La Dra. Noelia Obelar, neuróloga del Departamento de Neurología Adultos de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, explicó que existe un alto riesgo de que estas personas desarrollen epilepsia secundaria. Aunque algunos parecen no presentar lesiones visibles en la cabeza en el momento del incidente, la pérdida de conciencia y posterior aparición de secuelas neurológicas son recurrentes, incluso hasta 10 años después del accidente.
El riesgo de desarrollar epilepsia secundaria como consecuencia del trauma sufrido es significativo en estos casos, puntualizó la neuróloga del Hospital de Clínicas.
El traumatismo craneoencefálico genera daño en el sistema nervioso central, predisponiendo a convulsiones y en casos repetidos incluso a la demencia, agregó.
La realidad muestra que la mayoría de los pacientes accidentados, sobre todo, en moto, requieren de hospitalizaciones prolongadas en la terapia intensiva. A ello deben sumarse los procedimientos neuroquirúrgicos y en muchos casos necesitan tratamiento anticonvulsionante de por vida, además de que un porcentaje importante queda con secuelas graves y encamados.
Derivaciones. La situación toma un tinte grave por la falta de acceso a la neurohabilitación, fundamental para la recuperación integral. No solamente ayuda la medicación, también la fisioterapia.
Obelar comentó resulta difícil movilizar a los pacientes encamados, especialmente los provenientes del interior del país. Estas personas enfrentan dificultades para acceder a servicios de calidad.
Para acceder a la evaluación en el Departamento de Neurología Adultos es requisito una derivación previa, generalmente desde el Hospital de Trauma.