La movida de Abdo es una señal de que confía en que podrá defenderse por sus apoyos internos en el Ministerio Público, pero por sobre todo por su cercanía con la Embajada de Estados Unidos.
La presión que busca instalar Abdo es desempolvar las investigaciones que duermen en la Fiscalía por el caso Cartes y un eventual pedido de desafuero.
La doble presión suma el diputado Mauricio Espínola cuyo pedido de desafuero está en remojo en la Cámara Baja. “Considero justo y pertinente, que al mismo tiempo se estudien y aprueben todos los pedidos de desafuero pendientes en esta Cámara”, desafió a sus pares.
Marito hizo una contraofensiva al pedir su desafuero, una jugada que, si se da, tendrá dos efectos directos. Primero, deja una ventana abierta para una eventual pérdida de inmunidad de Horacio Cartes como senador vitalicio.
Segundo, evita que sus ex ministros y ex funcionarios, ahora acusados por la Fiscalía en la causa de revelación de secretos, sean entregados como trofeos al cartismo.
Ellos son los ex ministros Carlos Arregui (Seprelad), Arnaldo Giuzzio (del Interior), René Fernández (de la Secretaría Anticorrupción-Senac), así como también ex funcionarios de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), Carmen Pereira (viceministra), Daniel Farías Kronawetter, Guillermo Preda y Francisco Pereira.
Honor Colorado fue el que presionó para que Abdo pierda sus fueros el año pasado, una decisión política que podría haber dejado un precedente. El Poder Judicial ingresó el pedido de desafuero del senador vitalicio el 14 de marzo de 2024. La Comisión de Asuntos Constitucionales dictaminó tanto por la aprobación como por el rechazo, el 2 de abril de ese año. Al día siguiente, en sesión del 3 de abril, se resuelve postergar su tratamiento, por lo que quedó en comisiones hasta ahora.
El Gobierno de Santiago Peña, junto con el equipo de Cartes, apostó todas sus fichas para lograr respaldo de Donald Trump como nuevo presidente, en busca de que las sanciones de la OFAC y la declaración de significativamente corrupto sean levantadas, pero EEUU, en tanto, no dio señales de apoyar al cien por ciento al oficialismo paraguayo ni de modificar las decisiones sancionatorias. El temor, por tanto, se mantiene.
Abdo demostró además que tiene apoyo a nivel internacional, sobre todo de la derecha, desde el primer gobierno del trumpismo y del bolsonarismo.
En otro orden, el Ministerio Público es además escenario de una lucha de poderes colorados. Pese a toda la fuerza del cartismo a nivel interno, el fiscal Guillerno Sanabria, que llevó la causa contra Abdo y sus funcionarios de gobierno, renunció un día antes de que venza el plazo para la acusación, en medio de presiones. Otro temor del cartismo es la polarización en un contexto electoral. Hasta ahora, Honor Colorado tiene su interna controlada, con una disidencia débil. La disidencia podría aprovechar para capitalizar.