En el 2022, los hospitales recibieron unos G. 57.000 millones que tenían que rendir para 24 meses y se consumieron en 12 meses. Las negociaciones de IPS con los hospitales lograron un restablecimiento inyectando unos G. 11.000 millones más que fueron insuficientes y dieron pie a un contrato de emergencia por G. 35.000 millones. Entre estos cortes se dan los pagos de asegurados que van a estos servicios esperando que esta vez el IPS si esté al alcance cuando necesitan.
No hay seguridad para los más de 20.000 aportantes de Boquerón, porque incluso cuando el IPS ya habilitó los nuevos fondos, los asegurados fueron obligados a pagar por consultas por G. 105.000. El problema: El fallo del sistema del Hospital Filadelfia, una cuestión informática por reenumeración de los códigos de los servicios médicos puestos en el nuevo contrato.
Los cobros irregulares datan de años en una relación desigual entre IPS y los hospitales privados de la zona. En 2023, refiere un poblador de la zona, su mujer embarazada tuvo que someterse a un tratamiento de siete días. En el cuarto día, le informan que el IPS ya no cubriría el servicio y que le tocaba abonar para asegurar la salud de su esposa y la de su hijo.
En Boquerón estos tres hospitales son los únicos oferentes. Incluso negocian como únicos oferentes en ventajas disponiendo los precios que son en análisis clínicos hasta el 300% más caro. Cuando en laboratorios privados del país un hepatograma cuesta G. 63.000, en el hospital de Filadelfia alcanza G. 252.000.
Contratos. El IPS adjudica pasando por alto advertencias sobre incumplimientos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), como consta en una nota de verificación de noviembre de 2022 sobre el penúltimo contrato en el que la DNCP observa que la Cooperativa Chortitzer, administradora del Hospital Loma Plata, no cumple con la solvencia económica, pero igualmente IPS le adjudicó unos G. 17.000 millones.
Controles. La coordinación del IPS está a cargo de la doctora Leticia Benítez, esposa del diputado Francisco Petersen. Benítez no supo precisar sobre el control efectivo de prestaciones por las que pagan IPS a hospitales menonitas.
El control se sustenta en un fiscalizador médico, cargo que también desempeñó Benítez, en el que figura también el doctor Cristhian Ibarra. El fiscalizador es quien confirma que los asegurados efectivamente recibieron servicios y que IPS debe abonar por ellos, la carga de datos está enteramente realizada por funcionarios de hospitales tercerizados. En este punto no existe ningún funcionario del IPS.
QuiÉnes negocian. El diputado Francisco Petersen y el senador Orlando Penner, aparecen como los principales mediadores, ambos como referentes del Chaco Central. Petersen que cuenta con su esposa como representante del IPS y Penner como referente de la Asociación Fernheim, dueños del Hospital Filadelfia. Con la Cooperativa, Penner pudo impulsar su complejo Chaco Boreal.
En suma con un contrato inicial más ampliaciones vía adenda y un nuevo contrato, para cumplir con la asistencia médica de noviembre de 2022 a noviembre de 2024, el IPS llegó a destinar unos G. 104.479 millones que no serán suficientes. Unos G. 2.500.000 por asegurado estimando unos 20.000 asegurados en Boquerón. Con todo lo destinado esta suma, se prevé que no llegue a garantizar la cobertura de salud en la zona. Las estimaciones, según las propias autoridades del IPS, hablan de una respuesta que con suerte llegará hasta octubre de este año. Sin fondos, otra vez los asegurados deberán pagar por el servicio hasta que se vuelva a negociar en un ciclo que aparentemente no tiene fin sin la inversión en hospitales en la región.