El cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, presidió la misa de este domingo en la parroquia San Juan Nam, del decanato 4 del arzobispado capitalino y, en su homilía, celebró el Día de la Primavera y la juventud, como un signo de esperanza que florece y una vida que renace.
“La primavera nos habla de la vida que renace, de esperanzas que florecen y de la posibilidad de un mundo más fraterno. Un mundo libre de persecuciones, libre de corrupciones, libre de discriminaciones. Es también un signo de la eterna juventud a la que todos somos llamados en Cristo. Decimos con razón que los jóvenes son la primavera de la iglesia”, reflexionó Martínez.
Agregó que los jóvenes representan en Paraguay la “frescura que renueva, esa fuerza que construye y esa alegría que contagia”.
Santos mártires coreanos
La misa de este domingo se celebró “con gozo y gratitud” a la memoria de los santos mártires de Corea. Durante el siglo XIX, la Iglesia Católica fue parte de una gran persecución religiosa en Corea, con al menos 8.000 creyentes asesinados. En 1984, 103 de ellos fueron canonizados.
“Aquellos hombres y mujeres que, al igual que la semilla del Evangelio caída en tierra fértil, regaron con su sangre los surcos de esa nación para que germinara y creciera la buena semilla de la fe. La Iglesia Católica de Corea conmemora a todos sus mártires durante el mes de septiembre, destacando a los 103 santos canonizados en 1984 y a los 124 beatos canonizados en 2014”, dijo el arzobispo.
El cardenal destacó en su homilía que la sangre de los mártires “fecundó” en Corea y también trajeron la “semilla de la fe” a Paraguay, con la migración.
“También en Paraguay, con la migración, los hermanos y hermanas coreanos, junto con sus familias, han traído la semilla de la fe en estas tierras para fecundarlas con la buena nueva del Evangelio”, expresó en su homilía.
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“Su presencia, su trabajo y su testimonio cristiano han sido y siguen siendo una bendición para nuestra iglesia”, agregó.
Martínez destacó también la convicción que sostuvo a los mártires coreanos en medio de las persecuciones.
“Esta convicción los sostuvo en medio de las persecuciones”, señaló, y agregó: “Aunque los poderes de este mundo intenten oprimir y atacar a la Iglesia, nunca podrán derrotarla”.
Concelebraron la misa el párroco de la comunidad, Chang Young Oh, el vicario de la Catedral, Humberto Valinotti, y el P. Jorge Centurión, acompañados por diáconos.