Ayer, en una emotiva ceremonia religiosa 114 parejas se unieron en matrimonio y recibieron la bendición nupcial en la Parroquia San José de Limpio. La boda comunitaria forma parte del programa Sagrada Familia de la Fundación Santa Librada y con esta se completaron 3.437 matrimonios.
Este programa brinda la oportunidad de cumplir ese anhelo pendiente, permitiendo que las parejas reciban la bendición nupcial en una ceremonia comunitaria cargada de simbolismo y espiritualidad. Para muchos, este día no solo representa la culminación de un sueño, sino también un nuevo comienzo lleno de esperanza y fe, respaldado por el apoyo de la comunidad.
COMPROMISO CON DIOS
Entre las parejas que dieron el “sí, acepto” se encuentran Elisa Garcete y Pelagio González, quienes se conocieron hace 34 años en circunstancias particulares. Ella vivía en Puerto Pinasco y él en Concepción, pero sus caminos se cruzaron casi 400 kilómetros después, a raíz de un triste acontecimiento: la muerte de la madre de la joven. “Mi mamá falleció y me llevó mi tía en su valle, San Alfredo. Me encontré con él. Allá en Concepción”, relató Elisa.
Una mirada bastó para que la joven pareja quedara flechada. Pelagio, que en ese entonces tenía 23 años, y Elisa, de 22, sintieron de inmediato una conexión especial. Tras iniciar su relación, contrajeron matrimonio ante la ley civil, pero sabían que aún tenían una promesa pendiente: Recibir la bendición nupcial e intercambiar alianzas ante Dios.
Ayer, después de más de tres décadas de unión, finalmente cumplieron ese anhelo en la emotiva ceremonia comunitaria, reafirmando su amor y su compromiso espiritual ante la comunidad y la fe que los ha acompañado a lo largo de los años.
La pareja tenía un impedimento, Pelagio no encontraba sus papeles para el matrimonio. “Mi compadre, que ahora fue nuestro padrino, nos dijo que esta era nuestra oportunidad. Después él buscó su papel, buscó, buscó y hasta que encontró”, mencionó la mujer.
Los recién casados se encuentran felices y agradecidos por haber cumplido finalmente su anhelo de recibir la bendición nupcial. Juntos han construido una familia con dos hijos y cuatro nietos.
Para Elisa y Pelagio, este día representa mucho más que una ceremonia; es el cierre de un capítulo que comenzó hace 34 años y que hoy queda grabado en la memoria familiar. Sus descendientes conocerán el camino recorrido, las pruebas superadas y el profundo amor que los dos se tienen.
UN SUEÑO CUMPLIDO
Otra de las historias conmovedoras de la ceremonia es la de Miriam Escurra y Sabino Sánchez, quienes después de dos décadas de convivencia finalmente lograron sellar su amor con la bendición nupcial. La pareja, que tiene cinco hijos, ve en este acto un gran compromiso no solo ante Dios, sino también ante su fe. Durante años, Miriam y Sabino soñaron con casarse por la iglesia, pero el factor económico siempre fue un obstáculo que les impidió concretarlo. Gracias al apoyo de la Fundación Santa Librada y a la comunidad de la parroquia lo lograron. “La verdad que es una bendición enorme que nos brindó la Fundación y también toda la gente de la parroquia. Siempre teníamos planes de boda y el factor económico nos impedía. Pero la Fundación nos facilitó todo. Es una bendición enorme y no quisimos desaprovechar la oportunidad”, dijo la novia.
“Insto a las parejas, de repente que no se animan que creen que es un peso muy grande, que se animen para estar agarrados a las manos de Dios, y dar el paso del matrimonio. Hay que entregarse a Dios y van a ver que realmente el único que nos va a sacar de todo es Él”, comentó emocionada la mujer.
Para la pareja, este día representa mucho más que un simple acto simbólico; es el cierre de un ciclo de lucha y sacrificio, y el comienzo de una nueva etapa de amor y compromiso bajo la bendición de Dios.
SOBRE LA FUNDACION
La Fundación Santa Librada fue creada un primero de junio de 1967. La organización lleva más de 55 años, de historia y un apostolado de corazón.
Desde el día uno, su misión ha beneficiado a cientos de familias en todo el país, encontrando una mano amiga dentro de la institución, donde 35 personas trabajan de manera directa. Santa Librada nace como respuesta al deseo de compartir los dones recibidos con los más necesitados. Sus raíces coinciden con el inicio de las actividades comerciales del Grupo AJ Vierci.
