Walter Bower enfrenta un proceso judicial desde hace 17 años a causa de acusaciones de supuestas torturas. El mismo realizó una conferencia de prensa para referirse acerca de las últimas medidas sobre el caso.
Luego de la orden de arresto disciplinario impuesta por el juez Gustavo Amarilla, tras declararlo como litigante de mala fe por las diversas dilataciones que se dieron durante los 17 años de proceso que lleva la causa, Bower señaló que siente una persecución.
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“Nunca promoví ninguna recusación, jamás entorpecí la regular tramitación del juicio”, manifestó el ex secretario de Estado.
Señaló que el juez Amarilla lo acusó de chicanero, cuando él nunca presentó chicana alguna. “Mis derechos humanos y los de mi familia son violados desde hace 17 años. Se desconoce mi derecho fundamental a ser juzgado con las debidas medidas y dentro de un plazo razonable por un juez penal competente independiente e imparcial”, aseveró.
Tomó la medida de arresto disciplinario como una forma de presión e intimidación. “Me presionan para no hablar, yo hablaré y el pueblo me escuchará", manifestó.
Así también, anunció que decidió reestructurar su defensa y contrató al estudio jurídico de Jorge Vasconcellos. “Se encargarán de la búsqueda de la verdad que sé que llegará. Me toca vivir una injusticia ante la cual no me voy a arrodillar y sé que tarde o temprano habrá justicia”, afirmó.
ANTECEDENTES
Luego de que el magistrado Gustavo Amarilla ordenara el arresto disciplinario, la defensa recusó al juez Amarilla y fue sorteado su par Óscar Delgado, pero al estar de permiso, su colega Rubén Riquelme debía estudiar si aceptaba la causa o no.
El abogado querellante, Rolando Alum, no pudo presentar acción alguna ante las constantes recusaciones planteadas contra jueces y magistrados, por los abogados defensores.
Por esa razón, se prevé solicitar algunas medidas cautelares contra Bower y otros procesados. Sin embargo, el ex ministro del Interior aseguró que nunca presentó recusaciones ni entorpeció el juicio.
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Walter Bower fue denunciado por los policías Alfredo Cáceres y Jorge López, en mayo del 2000, por un supuesto caso de tortura tras el intento de golpe de Estado a Luis González Macchi.
También están procesados por los mismos delitos los agentes Merardo Palacios Melgarejo, Juan Basilio Pavón Rojas (fallecido) y Osvaldo Javier Vera Espínola.
