26 abr. 2024

Un nudo difícil de desatar

Hace 15 días que Asunción es escenario de movilizaciones lideradas por los cooperativistas y los pequeños productores campesinos. Los primeros por la derogación del IVA y los segundos, por la condonación de viejas deudas tanto con la banca pública como la banca privada.

Estela Ruiz Diaz

Las marchas diarias generaron caos en el tránsito y tensión con los automovilistas ya que se realizaban en horarios laborales. Un daño colateral que contribuyó en gran medida a menoscabar la movilización.

Las protestas no lograron su objetivo, y por ahora, hay derrota política, especialmente para el sector cooperativo que puso toda la carne al asador.

LAS COOPERATIVAS. El 1 de abril un sector de los cooperativistas salieron a las calles por la eliminación del IVA a los intereses de créditos concedidos. Para ejercer mayor presión invitaron a los cañicultores y movimientos campesinos liderados por el siempre polémico Elvio Benítez, la Mcnoc y el MAP quienes llegaron el 4 a la capital con sus propias reivindicaciones. Juntos tomaron la ciudad y todos los días marcharon en horas pico bloqueando la ciudad.

El reclamo cooperativo terminó con la contundente votación en la Cámara de Diputados (donde hay mayoría cartista), que archivó el proyecto que pretendía dejar sin efecto el IVA a los actos cooperativos.

Sin embargo, en términos políticos, se puede calificar como una derrota. Este pleito fracturó el movimiento cooperativo ya que no solamente se abrieron las de producción sino también otras como la poderosa Universitaria.

Los cooperativistas tuvieron un momento de gloria, cuando por razones netamente partidarias, lograron en setiembre posponer la aplicación del IVA que debía entrar en vigencia en octubre del año pasado, gracias a una negociación con Lilian Samaniego para apoyar al candidato cartista Pedro Alliana. Terminó la interna, ganó el caballo del comisario y se acabó el amor, y así como dijo Hacienda, rigió desde este 1 de abril.

Ese mismo día, algunos diputados prometieron nuevo proyecto, pero el horizonte no favorece a los cooperativistas, que dicen haber perdido una segunda batalla y seguirán dando guerra.

LOS CAMPESINOS. Los pequeños productores vinieron como apoyo a los cooperativistas, pero con sus propias banderas: la condonación de las deudas con el Crédito Agrícola de Habilitación y la banca privada. Al final, tuvo más resonancia la marcha del campo y luego de dos semanas de protestas, lograron la mediación de la Iglesia Católica para una mesa de diálogo y el Gobierno se sentó el jueves a debatir sus reclamos. Con el presidente del Congreso como una especie de réfere del encuentro, el presidente Horacio Cartes envió a su mejor hombre: el jefe de Gabinete, Juan Carlos López Moreira. La reunión empezó bien pero fue subiendo de tono. El Gobierno se mantuvo en su tesis: no habrá perdón de las deudas, sí refinanciación eliminando intereses y refinanciar el capital a 10 años, a una tasa 10% anual. Un punto medio, como calificó el analista económico Amílcar Ferreira. La propuesta es una ley aprobada a fin de año y fue hecha pensando en estas circunstancias. La reunión terminó en un cuarto intermedio, pero a la siesta del viernes, el Ejecutivo ratificó su posición en una conferencia de prensa, cerrando toda negociación ya sin siquiera reunirse con los líderes del campo. La respuesta no se hizo esperar: habrá movilizaciones y por más tiempo.

Este es un nudo de conflicto más difícil que tiene Cartes, quien parece haber mostrado todas sus cartas sobre la mesa.

MEDIADORES. Los cooperativistas y campesinos erraron en su cálculo político en cuanto a la elección de sus mediadores. Los primeros tuvieron insuficiente apoyo en el Congreso y los segundos eligieron al titular del Senado. Pensaron que como adversario de Cartes Mario Abdo se convertiría automáticamente en aliado. Error. El senador colorado fue anfitrión de la mesa de diálogo pero desde el principio marcó distancia del reclamo del campo campesina. “Cuántos sectores de la sociedad están pasando mal. No podemos esperar construir sobre el concepto de la condonación”, acotó.

También en Frente Guasu hay visiones distintas. A diferencia de Sixto, Carlos Filizzola habla de condonación parcial para aquellos en riesgo de perder sus tierras, pero para el resto que se aplique la refinanciación.

Quizá por ello, Luis Aguayo dijo el viernes a la noche que ya no aceptarán mediadores y que quieren diálogo directo con el presidente o al menos el vicepresidente.

Con sabor a triunfo, pero sin cantarlo, en el Gobierno creen que con la derrota de los cooperativistas la movilización languidecerá ya que se cerrará una fuente de ingreso que solventa la protesta.

En tanto continua el tira y afloja sin ganadores pero con perdedores, hay un tema profundo que espera debate y coraje: que el Gobierno decida cobrar más impuestos a una parte al menos de un sector privilegiado para reducir la inequidad ya que a pesar de las contundentes pruebas diarias no se anima a cortar el gigantesco presupuesto político que solventa los pornográficos gastos de una burocracia corrupta que dilapida el dinero sin el mínimo pudor y absoluta impunidad.

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