15 jun. 2025

Trampa fatal: En 22 días, 10 mueren electrocutados

La permanencia de tendidos eléctricos en zonas inundables y la precariedad con que se reparan los sistemas tras las tormentas están cobrando un alto número de víctimas. En tan solo 22 días diez personas murieron electrocutadas: 6 pobladores damnificados, 3 trabajadores de la ANDE y 1 niño en un accidente.

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Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman

Gabriel tenía solo 10 años de edad, pero ya había sufrido varias inundaciones.

Esta vez tuvo que abandonar nuevamente su casa cubierta por las aguas, en la calle 34 Proyectada entre Brasil y Rojas Silva, en el Bañado Norte, para mudarse a un precario refugio junto con los demás miembros de su familia.

En la mañana del martes 5 de enero, Gabriel fue de nuevo hasta su vivienda para intentar rescatar varias pertenencias que todavía estaban adentro, ante la inquietante noticia de que muchas casas inundadas están siendo saqueadas por rateros aprovechadores.

Al ingresar con el agua hasta la cintura, Gabriel fue apartando obstáculos que flotaban en el patio, buscando llegar hasta el interior de la residencia.

Al tocar una chapa de metal, que a la vez hacía contacto con un cable eléctrico, el niño recibió una fuerte descarga que lo arrojó a la distancia, ante el grito horrorizado de algunos vecinos que observaron la escena.

“Shock hipovolémico por electrocución” fue el diagnóstico médico con el que certificaron su muerte.

En un comunicado, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) aseguró que la muerte del niño fue causada por conexiones clandestinas de electricidad, ya que se había cortado el servicio por el peligro que significaba, pero “los pobladores volvieron a conectar los cables en forma clandestina”.

Gabriel Ríos Benítez tenía 10 años de edad y era arquero del Club Sport Paraguay, en la zona del Bañado Sur. Estaba entusiasmado por el viaje que debía realizar al Brasil con su equipo de fútbol la próxima semana, para disputar un importante torneo internacional, pero la expedición le fue suspendida para siempre.

Una tragedia que se repite

El caso de Gabriel es uno más de varias muertes por electrocuciones que se han dado en las últimas semanas, varias de ellas en situaciones muy similares, ante el cuadro de las inundaciones o de los daños causados por las lluvias y tormentas en los sistemas de tendidos eléctricos.

No existen registros estadísticos oficiales sobre los casos de fallecimiento por electrocución, pero una verificación de casos publicados en la prensa y reportados por fuentes directas nos permite precisar que en los últimos 20 días fallecieron 10 personas como víctimas de electrocuciones: 6 pobladores ribereños en Asunción; 3 trabajadores de la ANDE en varias localidades del país, en la circunstancia de reparar instalaciones dañadas por las tormentas; 1 niño en Encarnación, a consecuencia de un accidente, mientras 1 niña electrocutada en Ciudad del Este sobrevive, aunque en estado delicado.

Una de las primeras muertes de pobladores damnificados se produjo el pasado 15 de diciembre en la zona del Bañado Sur, cuando Joel Francisco Torres Acosta, un adolescente de 14 años de edad, cruzaba a nado un sector inundado del barrio Santa Ana, en las calles 40 Proyectada y México, cuando un cable electrificado que se hallaba suelto y hacía contacto con el agua lo alcanzó, afectándolo con una fuerte descarga.

El caso siguiente registrado ocurrió el día de Navidad, 25 de diciembre, cuando Ismael Cantero (28) regresó a verificar sus pertenencias en su hogar inundado, en Doctor Coronel y Francia, en el barrio Doctor Francia, donde tocó una vara de hierro conectado a un cable de electricidad que le provocó una muerte fulminante.

Al día siguiente, 26 de diciembre, se produjeron dos muertes similares.

La primera, de Juan Bautista Pereira Martínez (42), un poblador ribereño de profesión electricista y cuya casa está inundada, pero él se quedó a vivir con su familia en el segundo piso, que permanece por encima del nivel del agua en el Bañado Sur. Ese día estaba intentando arreglar el sistema eléctrico cuando recibió una fuerte descarga que causó su fallecimiento.

La segunda muere fue de Luciano Ismael Espinoza Cantero (28), conocido jugador de futsal, quien se había mudado a un asentamiento precario para damnificados. Le avisaron que habían entrado ladrones a su casa inundada, en Teniente Kannonikoff y Doctor Coronel, en Varadero. En compañía de su mujer, Delia, fueron a revisar a bordo de una canoa, pero al descender y tocar un objeto metálico, Luciano recibió la fuerte descarga eléctrica que acabó con su vida.

El último caso conocido de pobladores ribereños damnificados electrocutados ocurrió en la madrugada del miércoles 6 de enero, en el Refugio Mburicao, en el Bañado Norte, cuando la joven Antonella Delgado (20) intentaba conectar un lavarropas para alistar su vestimenta de trabajo.

La precaria conexión eléctrica del campamento cobró su efecto y Antonella recibió una fuerte descarga que le costó la vida.

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Técnicos de la ANDE expuestos a la muerte

En apenas dos semanas, tres trabajadores de la empresa estatal de electricidad perdieron la vida a causa de descargas eléctricas cuando intentaban reparar el sistema dañado por las fuertes tormentas.

El 15 de diciembre, en la ciudad de Ybytymí, falleció Rubén Gustavo Brítez, técnico de la Regional de la ANDE en Paraguarí, cuando trabajaba por reconectar el servicio eléctrico afectado por las lluvias.

Aparentemente, la escalera en la que estaba sostenido se resbaló y el cuerpo del infortunado trabajador cayó encima de un cable de alta tensión, donde quedó durante horas hasta la llegada del forense. Sus hermanos iniciaron una batalla legal para percibir alguna indemnización.

El 27 de diciembre, en la zona de Ñacutí, San Patricio, departamento de Misiones, el técnico Claro Alcibiades Galeano, funcionario de la oficina Regional de la ANDE, tras una intensa lluvia se trasladó en una moto para intentar arreglar un desperfecto en el sistema de tendido eléctrico a 25 kilómetros de la ruta 1.

Durante el operativo, Galeano recibió una fuerte descarga de 23 kilovatios que acabó con su vida. Los familiares no creen que la muerte haya sido accidental, ya que la energía tenía que estar cortada antes de la reparación y demandan una investigación criminal.

El 28 de diciembre, en el Hospital Central del IPS, falleció el electricista y funcionario de la ANDE Joel Medina. El mismo había recibido una fuerte descarga eléctrica el 20 de diciembre en Trinidad, Itapúa, cuando trabajaba en tareas de reparación de la estación debido a los daños ocasionados por las tormentas. Fue trasladado y asistido por los médicos, pero finalmente su organismo no resistió.

Dos niños pequeños, inocentes víctimas

Aunque sus casos no tienen que ver directamente con las inundaciones o con los efectos causados por las tormentas, también fueron víctimas de electrocuciones por negligencia o falta de cuidado y sus casos conmovieron a todo el país. Uno de ellos falleció en forma fatal y la otra se encuentra aún luchando por su vida y con posibilidades de recuperarse.

El 1 de enero, en la ciudad de Encarnación, Itapúa, el pequeño Alfredo José Zaracho, de 8 años, tocó accidentalmente un cable de electricidad conectado al cartel luminoso con la leyenda “I love Encarnación”, en la zona turística de la costanera de dicha ciudad, recibiendo una fuerte descarga que provocó su muerte.

El 3 de enero, en Ciudad del Este, la niña Sara Amapola Insfrán Torres, de 2 años, jugaba inocentemente en la plaza Agustín van Aaaken, en la zona céntrica de la ciudad, cuando tocó un cable con electricidad que estaba suelto y recibió también una intensa descarga.

Por fortuna, la niña sobrevivió y actualmente permanece internada en el Hospital Los Ángeles, en donde los médicos le dan buenas posibilidades de recuperarse, aunque aún no se han podido determinar las secuelas que el accidente le puede dejar.

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Grave irresponsabilidad de las autoridades

“La muerte por electrocución de gente inocente ha aumentado considerablemente en el país. Casi la totalidad de los accidentes fatales que están ocurriendo en estos días se deben a instalaciones eléctricas en condiciones precarias, sin la mínima seguridad, ejecutadas sin tener en cuenta normas técnicas y realizadas principalmente por electricistas empíricos, de escasa preparación técnica”, destaca el ingeniero Ramón Montanía Fernández, director de la revista Mundo de la Electricidad.

Reconocido experto en el tema, el ingeniero Montanía sostiene que “a estas reprochables negligencias se suman el nulo control o fiscalización de las instalaciones eléctricas por parte de la ANDE, las gobernaciones y los municipios del país”.

Ante esta situación, que se arrastra desde hace tiempo, pero que se ha agudizado con la emergencia causada por las crecientes, los gremios de profesionales del sector de la electricidad, preocupados por la “epidemia de electrocuciones” que se cobra la vida de inocentes, han presentado conjuntamente con el Instituto Nacional de Tecnología Normalización y Metrología (INTN) un proyecto de ley sobre “Seguridad en Instalaciones Eléctricas”.

La legislación busca principalmente “la ejecución de instalaciones eléctricas seguras para la gente y sus bienes por parte de profesionales competentes y la utilización de materiales eléctricos de calidad garantizada en todo el país. Además, prevé la fiscalización obligatoria de las instalaciones eléctricas por parte de los municipios”, explica el ingeniero Montanía.

El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero “rechazado en dos oportunidades con absoluta irresponsabilidad por la Cámara de Senadores”, reclama el experto.

Montanía considera que es urgente la implantación de dicha Ley de Seguridad en Instalaciones Eléctricas. “En caso contrario, seguirán habiendo víctimas fatales por electrocución, causada por instalaciones eléctricas defectuosas”, declara.