EFE
Las mujeres se concentraron en una plaza próxima al Panteón de los Héroes con motivo del Día Internacional de la Trabajadora Sexual y exigieron poder acceder a derechos como el seguro médico o la jubilación.
Mónica Aquino, trabajadora sexual y vicepresidenta de la Asociación Unidas en la Esperanza (UNES), dijo que el colectivo que representa no rechaza el hecho de pagar impuestos e ingresar en el sistema laboral, como sucede en países como Uruguay u Holanda, donde la prostitución está legalizada y regulada.
En ese sentido, Aquino señaló que la prostitución en Paraguay se encuentra bajo un vacío legal, pero que existen normas municipales en algunas ciudades que les impiden ejercerla en la calle.
Por su parte, Buenaventura Cabañas, trabajadora sexual y miembro de UNES, el grupo que convocó la concentración, señaló que ese vacío en la ley hace que tampoco sean “reconocidas como sujetas de derecho” y “como personas”.
De acuerdo con las representantes de UNES, todos esos factores contribuyen a la discriminación social del colectivo y a que estén expuestas a hechos de violencia que no se reconocen como agresiones, físicas o verbales, sino como crímenes pasionales.
Al menos 55 trabajadoras sexuales han sido asesinadas desde la caída de la dictadura paraguaya en 1989, sin que los crímenes hayan sido resueltos, según ese grupo.
UNES se encarga de informar y ayudar al menos a unas 1.600 trabajadoras sexuales en siete departamentos de Paraguay, además de luchar por conseguir una ley que regule el trabajo sexual y se reconozcan y respeten los derechos de esas mujeres.
El Día Internacional de la Trabajadora Sexual se celebra el 2 junio desde el año 1975, tras el asesinato de varias trabajadoras sexuales durante una huelga en Francia para reivindicar mejores condiciones laborales.