Hace 25 años, el artista Koki Ruíz ofrece su terreno privado para acoger a todos los que deseen revivir parte de la historia de Jesús, logrando de esa forma fusionar el arte expuesto de diferentes maneras con la religión en esencia. Esta actividad cada año reúne a más fieles en medio de una “pelea” por aplicar mejoras edilicias en el lugar.
La belleza que fusiona la fe con el arte logró nuevamente aglomerar a miles de personas desde el miércoles hasta este Viernes Santo. Estiman que al menos 20.000 personas ya visitaron el lugar y se deleitaron con la belleza de cuadros vivientes y la historia misma de Cristo.
Este año la temática de la exposición cambió “un poco” por los 250 años de la expulsión de los Jesuítas. Esta vez no subirán a la Virgen Dolorosa hasta el Cristo en la Cruz, como en otras oportunidades, sino que la dejarán abajo y ahí automáticamente empezará la representación artística con un violinista que entrará en canoa. Se trata de Jorge Bedoya, de la Orquesta Barroca de San Ignacio.
DENUNCIA
Tres mujeres, dos que visitaron Tañarandy por primera vez, denunciaron ante el equipo de ULTIMAHORA.COM la falta de seguridad y control que existe en el sitio; el mismo que reúne cada año a más de 20.000 personas en Semana Santa.
Las mujeres aseguran que, en un intento por conservar la mística y la tradición del suelo mismo para las recreaciones de arte, se expone a los visitantes a accidentes o limita a algunas personas a poder llegar hasta La Barraca; lugar donde se realizan las muestran de diferentes cuadros vivientes u otras caracterizaciones.
Según las denunciantes, teniendo en cuenta que esta fiesta religiosa y artística se desarrolla desde hace tantos años, no vendría mal que al menos se coloquen escalones con el fin de mejorar la accesibilidad en el sitio, entendiendo que el barro que le rodea a los caminos afecta el paso. Sostienen que “algunas” modificaciones podrían proporcionar comodidad a los visitantes, informó Saira Baruja, periodista ULTIMAHORA.COM.
El conflicto está entre dos grupos: uno que quiera conservar el ambiente rustico que caracteriza a Tañarandy y el otro, que busca crear mejores condiciones edilicias para que más personas puedan deleitarse con las presentaciones, en un ambiente seguro, dijeron.
Es la Municipalidad local la cual debe encargarse de ello debido a que se trata de un predio privado, pero la negativa de un sector imposibilita el trámite. Aseguran que pese a la belleza de las muestra, se nota una falta de organización y control en favor de los visitantes.