En el 2004, el gobierno de Nicanor Duarte Frutos impulsó la reforma de la ley que regula la Caja Fiscal, con el objetivo de evitar su quiebra inminente. Así, se elevó a 16% el aporte de los funcionarios activos y a 65 años la edad mínima de jubilación. Pero doce años después, la Caja Fiscal sigue registrando resultados negativos, que son cubiertos con los impuestos de todos los contribuyentes.
Desde ese entonces hasta ahora, ninguno de los gobiernos que vino impulsó una reforma del sistema de pensiones, tanto del sector público como privado. El gobierno de Horacio Cartes trabaja en un proyecto de ley que crea la Superintendencia de Seguros, Jubilaciones y Pensiones y “establece las normas de inversión y gobernanza del sistema de jubilaciones y pensiones”.
El año pasado presentó la propuesta al Congreso, pero debió retirarla al poco tiempo, a pedido de los sectores empresarial y obrero, quienes argumentaron que el Poder Ejecutivo no socializó el proyecto y por ende los sectores afectados desconocían de qué se trataba. De hecho, entregó la propuesta a la Cámara de Senadores en el más absoluto silencio, y recién cuando los medios de prensa publicaron este hecho, los afectados se enteraron y vetaron el proyecto.
De acuerdo con el Ejecutivo, el proyecto no plantea una modificación del actual modelo de beneficios definidos. El objetivo fundamental se orienta a definir el marco apropiado de actuación de las entidades que operan en el sistema y crear el supervisor y regulador del sistema público y privado de jubilaciones. Asimismo, busca hacer los cambios mínimos en las entidades, que permitan su adecuada supervisión.
Ello, atendiendo a que, actualmente, varias de las administradoras de pensiones tienen problemas estructurales, como desequilibrios entre aportes y beneficios, fragmentación normativa, baja cobertura, entre otros.
Se organizó un seminario, en el que participaron algunos expertos extranjeros y en el cual estuvieron presentes apenas algunos directivos de gremios. Pero se olvidó de lo más importante: informar sobre el contenido del proyecto a través de los medios de comunicación. A pesar de que existen hoy día innumerables formas de comunicar, el gobierno de Cartes aún intenta hacer ciertas cosas en silencio y esta fue una de ellas.
Es innegable que urge regular el sistema de pensiones, pero también es necesario que las autoridades se sienten a dialogar con todos los sectores afectados, que socialicen las propuestas a través de todos los medios posibles, y realicen las correcciones que sean necesarias por el bien del futuro de todos nosotros.