La audiencia de imposición de medidas para ambas personas estaba prevista para este lunes a las 9.00. Sin embargo, el juez de la causa se vio obligado a suspenderla porque la defensa de los procesados y la Fiscalía presentaron apelaciones.
En el caso de Carlos Rubén Sánchez y sus hermanos Ardonio y Denilso Sánchez Garcete, sus abogados apelaron la admisión del magistrado de la segunda imputación contra sus clientes, por el hecho punible de lavado de dinero.
La Fiscalía, por su parte, presentó apelación porque el juez admitió una sola parte de la carpeta del Ministerio Público. Alegan que se debe aceptar en forma completa, informó la 780 AM.
El juez penal de Delitos Económicos, Humberto Otazú, admitió solo la ampliación de los cargos por lavado de dinero.
Con respecto a los cargos de tráfico de drogas y asociación criminal, al ser, según los fiscales René Fernández y José Dos Santos, una nueva causa, se declaró incompetente y devolvió la causa al Ministerio Público para el sorteo del juez correspondiente.
La defensa de los encausados también había recusado por parcialidad al fiscal René Fernández, que firmó la nueva imputación, prácticamente por los mismos hechos que en la primera, según señalaron.