El caso de Ronald Rolón llegó esta semana a manos del Ministerio Público debido a que el joven se acercó a denunciar el hecho, tras abandonar el estado de shock que le provocó estar retenido durante varias horas por agentes policiales sin portanombres que lo obligaron, a punta de escopeta, a abonar G. 1.400.000 para ser liberado. Lo amenazaron de muerte, al igual que a su amigo.
Todo ocurrió entre la noche del viernes y la madrugada del sábado. Ronald y un amigo suyo estuvieron en la protesta contra la enmienda constitucional frente al Congreso de la Nación desde las 18.00. Alrededor de las 22.00, la protesta subió de tono y los jóvenes decidieron ante ello abandonar la zona de conflicto; pero en el camino los de la montada aparecieron y ambos fueron agredidos tras ser arrojados al suelo.
Luego de los golpes fueron hasta la Plaza Uruguaya para curar sus heridas. Al retornar, camino al auto de un amigo, a quien encontraron en el espacio público, llegaron hasta la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), donde decidieron quedar a refugiarse y descansar por un momento.
Cuando la turba desapareció, aparentemente, Ronald y su amigo fueron en busca de su automóvil, ubicado en el centro capitalino, a unas cuadras de la sede partidaria donde, minutos después, agentes antidisturbios ingresaron y, de un disparo de escopeta, mataron a Rodrigo Quintana. El agente de Policía, Gustavo Florentín, está detenido como autor del asesinato.
Siguiendo con la historia de coacción, cuando llegaron al auto, unos 10 cascos azules rodearon a los jóvenes y, tras golpearlos, los subieron a la patrullera a “dar unas vueltas”. En el camino subieron a otras tres personas, que en cuadras más iban a ser dejados nuevamente en libertad.
Ahí inició el calvario de Ronald, dijo a nuestra redacción. Lo agredieron y le dijeron que para ser liberado debía entregar G. 4 millones, o el caso pasaría a manos del fiscal Emilio Fuster y el monto sería mayor. El amigo de Ronald entregó G. 200.000, diciendo que eso era todo lo que tenía consigo.
Sacaron los datos del joven de una tarjeta laboral que llevaba consigo y, en minutos, le dieron los datos de su papá y de su mamá, dándole a entender que estaba mintiendo y que sí tenía dinero para pagar para ser liberado.
Lo trasladaron en un auto particular conducido por un agente policial, y lo llevaron a una calle oscura donde, a punta de escopeta, le dijeron que debía abonar la suma mencionada sí o sí. Su amigo quedó dentro de la patrullera con dos uniformados.
Ronald, ante el pánico, no tuvo más que llamar a una persona y pedirle un poco de dinero, más lo que él tenía dentro de su auto, para quedar en libertad. Luego de 40 minutos de amenaza, lo dejaron en libertad tras haber entregado G. 1.400.000. La persona que llevó el dinero grabó parte de lo ocurrido, ya que los seguía en un auto, para entregarle el dinero a Ronald.
El caso está en manos de la agente fiscal Liliana Zayas, de Derechos Humanos, quien comentó que el joven ya se presentó a testificar este martes. La agente fiscal aseguró que es posible identificar a los presuntos extorsionadores.
Más casos
Todo lo registrado se dio luego de que manifestantes hayan quemado el viernes parte del edificio del Congreso de la Nación, mientras que agentes policiales tras la represión, abandonaron la zona y se ubicaron sobre 15 de Agosto, a la espera de alguna orden de sus superiores para accionar.
Después empeoró todo cuando un grupo agentes policiales ingresaron a la sede del Partido Liberal y asesinaron a Rodrigo Quintana (25), dirigente del PLRA, cuando él y otros estaban refugiándose dentro de la instalación privada.
Tras esto, el Ministerio Público ordenó que un grupo de 10 fiscales investiguen lo sucedido. Más de 200 personas fueron detenidas en la Agrupación Especializada y el diputado Édgar Acosta resultó herido de gravedad luego de que un balín de goma le desfigurara el rostro. Perdió varios dientes y debe ser asistido quirúrgicamente. Ahora fue trasladado al Brasil para ser operado.