EFE
El endeudamiento paraguayo se sitúa en la actualidad en torno al 25%, por lo que no existe “un problema de sostenibilidad de deuda” y se mantiene “muy por debajo” de las recomendaciones de instituciones internacionales, aseguró Valdovinos en respuesta a estudiantes que le dirigieron sus preguntas dentro de la iniciativa “El presidente responde”.
“El Fondo Monetario Internacional, que ha hecho un trabajo específico sobre el caso paraguayo con todas sus características, dice que el nivel de endeudamiento cómodamente puede situarse entre un nivel de 30% a 45% del Producto Interno Bruto (PIB)”, recogió el documento divulgado por el BCP con las respuestas del presidente.
Fernández Valdovinos consideró que el país cuenta con “muchísima capacidad de repago” y no ve signos de alarma en que se utilice “el 25% del endeudamiento nuevo de cada año para el repago de deuda anterior”.
Paraguay intercambia la deuda de vencimiento a corto plazo con interés elevado por otra a 10 o 30 años con un interés menor.
El Ejecutivo paraguayo planeó la emisión de más de 600 millones de deuda a través de bonos del Tesoro Público para el próximo ejercicio, según consta en el proyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN).
El presidente del ente monetario también aseguró en sus respuestas a los universitarios que el BCP está preparado para hacer frente a una hipotética inyección de liquidez a los bancos del sistema paraguayo y evitar el contagio a otras entidades, aunque matizó que apuestan por acciones “preventivas y no reactivas”.
“Nos estamos preparando para evitar situaciones que requieran que nos constituyamos en un prestamista de última instancia para el sistema bancario”, agregó, sin vislumbrar “peligro de registrar problemas bancarios”.
Además, todavía son pocas las entidades bancarias instaladas en el país, por lo que su tejido financiero se sitúa por debajo del de la región.
Este también es uno de los motivos que dificulta la inclusión financiera de una sociedad en la que solo “menos del 30% de adultos tiene una cuenta en una institución financiera formal”.
Respecto al guaraní, Fernández Valdovinos destacó la estabilidad mostrada por esta moneda frente a la volatilidad de competidores como el real brasileño o el peso argentino.
Contrapuso además el “desequilibrio macroeconómico” y los “déficit fiscales extremadamente altos” de Argentina y Brasil con “la solidez de la política fiscal y monetaria” de Paraguay.
En su opinión, a esta fortaleza también contribuye el cambio flexible de la moneda que es “mucho mejor” para una economía pequeña y abierta como la paraguaya, ya que le permite absorber mejor los choques del mercado, procedentes principalmente por las fluctuaciones en los precios de las materias primas.
Añadió que el BCP continúa estudiando la reconversión monetaria para quitarle tres ceros al guaraní, lo que convertiría a Paraguay en “una de las pocas economías en el mundo que hace un proceso de reconversión monetaria en el contexto de una estabilidad macroeconómica”.
No obstante, la institución también se plantea la emisión de billetes con una denominación mayor a la de 100.000 guaraníes, ya sea con papel moneda por valor de 200.000 o 500.000 guaraníes.
“Debemos garantizar que cumpla con todas las funciones típicas del dinero, entre ellos que sea un medio de ahorro, lo que se hace mucho más fácil cuando la denominación es un poco más alta”, concluyó.