Ruiz está asentada con su familia en Perú, donde su médico le recomendó que no vuelva a Paraguay por un buen tiempo; pero como primer paso para su tratamiento tuvo que despedirse de su pasión, la aviación.
Lo hizo a través de Facebook, donde tomó por sorpresa a los internautas. Su caso incluso tuvo eco en medios internacionales. La primera mujer paraguaya en pilotar vuelos comerciales atribuyó al acoso, al bullying, la discriminación y asedio moral sistemáticos a lo largo de sus 24 años de profesión el cuadro crónico que padece, “una discapacidad permanente”, que según ella misma explica, la obligó a dejar su trabajo.
Se trata de una depresión y un estrés laboral, conocido también como síndrome de burnout, que le afectó físicamente.
“Mi cuerpo dijo basta cuando empecé a tener estados de shock, cuando mis piernas no me funcionaban, pedía silla de ruedas para bajar del avión, de repente quedaba inconsciente en la cama tres días”, relató en comunicación con Radio Monumental.
Entre sollozos contó que, si fuera por ella, seguiría volando y que su uniforme hasta hace un mes permanecía intacto, esperando su retorno a las alturas.
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Para ella, el trabajo de aviación no es lo que la llevó a este extremo, sino las situaciones ajenas a esta actividad. Sus malos recuerdos incluyen un informe falso que le obligaron a firmar y que la hayan hecho volar con un embarazo de alto riesgo.
“Yo hacía informes contra los abusos, yo abría la boca. Me decían que era mentira, que la puerta está abierta, que este es un mundo de hombres”, comentó.
A pesar de su experiencia, pide a las personas que no decaigan en sus sueños. Al ser consultada sobre si accionaría contra la empresa para cual trabajaba, se limitó a decir que su objetivo no es precisamente obtener un resarcimiento económico. “Lo único que quiero es reivindicar mi nombre y mi imagen, no me importa si es un dólar o dos dólares, reivindicarme como mujer, solo eso, porque jugaron y mucho”, añadió.
Luego de que anunciara su retiro de la aviación, Ruiz recibió mensajes de colegas de Italia, Brasil, Francia y España, donde las mujeres sufren las mismas consecuencias del machismo.
Pero asegura que la discriminación no solo se sufre en esta profesión, sino también en otras y afecta principalmente a las mujeres.
“Por favor que el Gobierno haga algo para tanto hombre como mujer, pero yo digo mujer porque me toca a mí en lo personal, que seamos respetadas y escuchadas, que no tengamos que pasar por esto, que no tengamos que ser amenazadas para callar”.
Proyectos
Cuando mejore su salud, aunque aclara que necesita un tratamiento permanente, Ruiz pretende dedicarse a dar charlas motivacionales, como ya lo venían haciendo en forma esporádica.
Sobre algunos comentarios en que le cuestionan su confesión, ella asegura que no pretende sacar ningún rédito político, ya que incluso la relacionaron con la izquierda, sector que había presentado el proyecto de ley contra toda forma de discriminación y que se encuentra estancado en el Congreso.
Ahora mismo su objetivo es seguir los siguientes pasos que le indica su médico, quien le advirtió que al aceptar su condición se salvó de un eventual accidente cerebrovascular (ACV), un infarto, diabetes y hasta el suicidio.