10 may. 2024

Piden un trato más cordial en el interior de los colectivos

Conductores del transporte público urbano de la Gran Asunción y el ministro de la Secretaría Nacional de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis), compartieron ayer sus experiencias sobre el uso del transporte público y los problemas de relacionamiento que existen. Coincidieron en la necesidad de tener un relacionamiento más cordial de parte de pasajeros, conductores y también de las personas con discapacidad.

Intercambio.  El titular de Senadis (parado) habla con los choferes de sus viajes en colectivo.

Intercambio. El titular de Senadis (parado) habla con los choferes de sus viajes en colectivo.

Fue durante la segunda tanda de capacitación sobre transporte público inclusivo a choferes de empresas de la Cetrapam, y la habilitación de los talleres que se realizan tras convenio entre Senadis y el Viceministerio de Transporte. Autoridades presentes entregaron los certificados a conductores que fueron capacitados la semana pasada.

Diego Samaniego, ministro de la Senadis, optó por expresarse en guaraní para relatar a los conductores sus experiencias como no vidente que tuvo en el transporte público. En medio de la charla pidió que se tenga un trato más humanitario en el sistema de transporte público.

“Incluso las personas con discapacidad deberían por lo menos saludar al conductor y pedirle una ayuda, de bajarle en tal lugar”, indicó.

Samaniego señaló que no hay que despreciar, “porque hoy en día son tantas las enfermedades por las cuales uno puede quedar con discapacidad, como la ceguera, no solo por accidentes en motos, y esa persona necesitará la comprensión de los demás para movilizarse”, dijo.

Experiencias. Comentó lo que le tocó vivir hace 8 años en la parada de Eusebio Ayala y Morquio. Describió que “con una compañera estaba aguardando el colectivo y la vendedora de frutas de ahí, Ña Simona, nos acompañaba. Al llegar el bus, el chofer cierra la puerta por la cara de la compañera que iba con un bebé en brazo. De la rabia lloré y la compañera hasta ahora tiene miedo para subir a un colectivo”, apuntó.

Por su parte, un trabajador de la Línea 56 destacó su gesto de trasladar a una persona que sufrió epilepsia en su bus hasta el Hospital Militar y luego continuar su itinerario. A la vez, Aníbal Martínez, de la Línea 29, expresó a ÚH que quiere dar el mejor trato al pasajero, “pero que eso depende mucho de cada usuario”. Pidió tolerancia cuando alzan a personas con discapacidad fuera de las paradas, porque ya fue multado.

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