AFP, EFE y REUTERS
BUENOS AIRES-ARGENTINA
Maximiliano Rusconi, abogado de Diego Lagomarsino, el único imputado en la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman, anticipó ayer que pedirá que la presidenta Cristina Fernández y Aníbal Fernández (secretario general de la Presidencia), se presenten a declarar como testigos en la causa, ya que tienen tanta información.
La mandataria y el secretario divulgaron en los últimos días información vinculada con Lagomarsino, un colaborador muy cercano a Nisman que fue quien le prestó la pistola calibre 22 de la que salió el disparo que le dio muerte el domingo 18.
El expediente está caratulado hasta ahora como “muerte dudosa” y no se descarta que se trate de un suicidio, un suicidio inducido o un asesinato, según la fiscala del caso, Viviana Fein. Lagomarsino, un técnico en Informática, es la última persona que vio al fiscal con vida y tiene prohibida la salida del país. La fiscala dispuso su custodia.
el arma utilizada. Según el abogado, no sería delito la entrega de un arma por pedido de una persona. “Está justificado si era para defenderse”, arguyó. Lagomarsino tiene previsto ofrecer esta tarde una conferencia de prensa junto a Rusconi.
Nisman apareció muerto la noche del domingo 18 de enero, en su departamento del barrio de Buenos Aires, Puerto Madero, ubicado en un edificio que tiene fuertes medidas de seguridad.
Su muerte se produjo 4 días después de denunciar a la presidenta y al canciller Héctor Timerman de intento de encubrir a los acusados iraníes por el ataque a la AMIA, el mayor ataque terrorista en Argentina que dejó 85 muertos.
LAGOMARSINO. Diego Lagomarsino, el único imputado hasta el momento, rompió el silencio. “Me dijo que el arma era para llevar en la guantera por si un loquito viene con un palo y me dice traidor hijo de puta”, manifestó el ingeniero informático que trabajaba en la Fiscalía Especial de la AMIA, junto al funcionario del Ministerio Público Fiscal. “Yo tampoco estoy bien”, expresó el hombre, que fue imputado por la fiscala Fein.
Según Lagomarsino, el fiscal temía por la seguridad de sus dos hijas, de 7 y 15 años.
"'¿Vos sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos porque tienen miedo?’, dijo Nisman”, según Lagomarsino. Indicó asimismo que el fiscal le contó que no confiaba ni en su custodia.
Lagomarsino se reunió ese día dos veces con Nisman; la primera vez le dijo que le preste el arma y en la segunda ocasión fue para entregarle el arma, vieja que fallaba, según el imputado.
Indicó que cuando volvió por segunda vez al edificio no vio a los guardias de seguridad.