EFE
La falta de educación al respecto es, en su opinión, uno de los principales factores que llevan a las madres a renunciar a amamantar a sus hijos, pero el principal problema con el que se encuentran es con la ausencia de respaldo en el ámbito laboral.
“La mayoría no amamanta por falta de cobertura laboral y por falta de preparación, que empieza antes del parto ya que también falta soporte en la formación”, lamentó Garcete.
Paraguay cuenta desde 2015 con la ley 5508/2015 de Lactancia Materna, en proceso de reglamentación, y que habla expresamente de un permiso de 90 minutos al día durante seis meses y de 60 minutos entre los siete y los 24 meses, “con goce de salario”.
Sin embargo, esta es una de las principales denuncias de las madres, ya que si bien “se está cumpliendo la extensión del permiso, la mayoría de las denuncias es por incumplimiento de subsidios”, señaló la coordinadora de Primera Infancia.
El impulso de esta ley, así como la instalación de salas de lactancia para la extracción y la congelación de la leche materna, busca concienciar a las madres y a toda la sociedad de la importancia de amamantar, en un país con la tasa de lactancia materna más baja de la región, un 12,5 % frente al 50 % recomendado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Por este motivo, las organizaciones internacionales recuerdan los beneficios de la lactancia materna para la madre, el recién nacido y la sociedad en general.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cita, entre otros, la protección frente a las infecciones gastrointestinales, la reducción de la mortalidad neonatal, mejores resultados en la escuela o menos riesgo de cáncer de ovarios y mama, en el caso de las madres.
Las estimaciones de la OMS sostienen que si se empezara a amamantar a los niños desde la primera hora de nacimiento y se siguiera así hasta los seis meses, o incluso hasta los dos años, se salvarían unas 800.000 vidas infantiles.
En Paraguay, las madres de zonas rurales prolongan la lactancia más que las de entornos urbanos, ya que el precio de “cada lata de fórmula es impensable” para las mujeres más pobres, apuntó Garcete.
Asimismo, la coordinadora nacional también comentó que para las personas con ingresos de “nivel medio bajo” es “más común y natural” ver a madres amamantando a sus hijos en espacios públicos, mientras que los estratos sociales más pudientes consideran que es algo que debe hacerse en privado.
Esta es una de las quejas que llega al buzón de la asociación Amamanta Paraguay, dedicada a promover la lactancia en el país, como confirmó a Efe Dulce Acosta, miembro de esta organización.
“Hay personas para las que es normal, lindo y natural, pero también hay gente con mentalidad más cuadrada que piden a las madres retirarse a salas”, criticó.
Acosta, abogada de profesión, animó a todas las mujeres que hayan recibido alguna queja de este tipo a “denunciar”, porque hay leyes que las protegen.
También invitó a las mujeres a sumarse a esta lucha y “defender que una madre puede dar de mamar a su hijo cuando tenga hambre”.
La Asociación Amamanta Paraguay estará presente el domingo 6 de agosto en la tradicional Mamatón, una cita para que las madres amamanten a sus hijos y la sociedad lo naturalice.
El encuentro se celebrará en el parque Ñu Guazú y también contará con talleres sobre lactancia y porteo.