“Él no sabe todavía, pero cuando se dé cuenta, ahí va a ser difícil, no va a poder volver a caminar”, dijo entre lágrimas a La Lupa el padre del joven accidentado, quien lleva su mismo nombre
Lamentó que a su hijo “prácticamente lo fusilaron”, por la forma en que ocurrieron los hechos.
Richard Pereira hijo (25) circulaba a bordo de un vehículo de la marca Peugeot sin chapa sobre la avenida Quinta, cuando fue interceptado por agentes de la Policía Nacional.
Como el joven no se detuvo, el propio jefe de la Comisaría 4.ª, Jorge Zárate, y el suboficial Johny Orihuela, lo siguieron hasta la calle 24.ª Proyectada y Pa’i Pérez.
“Frenó, se bajó y se entregó. Ahí le hicieron poner de rodillas y le metieron un tiro en la nuca. Le dijeron que se levante y que se suba a la patrullera. Mi hijo estaba lúcido y les dijo que no sentía el cuerpo, entonces a patadas prácticamente lo subieron a la carrocería y lo llevaron al Hospital de Barrio Obrero”, relató Richard padre.
Actualmente el joven está internado en el Hospital del Trauma, donde el diagnóstico médico es parálisis en la mitad inferior del cuerpo a causa de una lesión grave en la médula espinal.
“Yo creo en la Policía, porque tengo amigos policías muy buenos, son pocos los que son delincuentes disfrazados, lo único que pido es justicia para mi hijo porque le destrozaron la vida a él ya toda la familia. Ahora solo esperamos un milagro”, dijo bastante entristecido.
La investigación está a cargo de la fiscala Pamela Pérez, quien adelantó que ya se solicitaron las imágenes del circuito cerrado de la zona donde ocurrió todo. Además, a la víctima se le realizó el alcotest (con resultado negativo) y Criminalística analizará su vehículo.
La versión de los policías es que Pereira disparó desde su auto a la patrullera, por lo que inició la persecución, y que dentro del rodado había un arma de fuego y drogas; sin embargo, esas pruebas nunca fueron presentadas y el móvil fue llevado directamente hasta la Comisaría, en un procedimiento que no correspondía porque no lo hicieron por orden fiscal.
También se tomó la declaración de los vecinos que fueron testigos del hecho, quienes son, justamente, los que comentaron lo ocurrido a los familiares de la víctima.
El padre dijo que en el camino quisieron obligar al joven a que tome un arma y este se negó apretando los puños.
El accidente se registró el sábado a las 4.30 de la madrugada. Richard es padre de una niña de dos años de edad y sus familiares aseguraron que no utiliza ni porta armas, tampoco bebe ni fuma.