“Ese teléfono que está denunciado, en el momento que transmite su IMEI, el sistema le detecta y le bloquea”, indicó el ingeniero.
El problema para las operadoras es que las víctimas de los robos de teléfonos móviles no acostumbran a tener registrado el IMEI del teléfono, para que ninguna compañía pueda habilitarla. Mencionó que las compañías tienen una lista negra de códigos que están bloqueados.
Pero mencionó que también existe tecnología para cambiar el IMEI, para evitar el bloqueo, pero eso se da a otro nivel.
“La persona que roba a pie un teléfono no va a tener la tecnología para hacerlo. Es muy difícil, debería de ser muy organizado”, explicó, pero sí podrían los que venden en gran cantidad.
Ahora, sí existen los que saben cómo y sacan rédito de ello.
“Quien roba 10 mil teléfonos, estamos hablando de otro nivel, ahí es donde decimos que son otras autoridades las que deben de controlar los lugares donde se genera ese mercado. Donde no hay mercado no hay robo”, dejó en claro el ingeniero.
Puntualizó que el ladrón de calle que roba el celular no sabe como cambiar un IMEI, pero sí sabe dónde ir a vender el teléfono que se robó.
Además, el otro modo de negociación de teléfonos robados es desarmar los móviles para luego venderlos como repuestos.