El descubrimiento fue realizado por investigadores del Museo de Historia Natural de San Diego, junto a expertos mexicanos y brasileños, según informa Live Science.
La araña, denominada “Califorctenus cacachilensis”, tiene un abdomen de color amarillo y sus patas miden cerca de 10 centímetros.
Cuenta con cuatro pares de ojos, enormes colmillos, y es parte de la familia Ctenidae, que abarca más de 500 especies de arañas que cazan a sus presas persiguiéndolas.
“En toda mi experiencia durante los años recolectando arañas en la península, nunca había visto una araña tan grande”, dijo María Luisa Jiménez, investigadora y especialista, en un comunicado del museo en donde se anuncia el hallazgo.
La araña fue captada por primera vez en la península de Baja California en 2013, cuando el grupo de investigadores realizaba trabajos de campo en una zona montañonsa en Cacachilas, ubicada en las afueras de La Paz, capital de Baja California.
Allí recolectaron ocho especímenes para una investigación y esperaron el lapso de cuatro años para difundir el nuevo descubrimiento, que además les permitió confirmar que no solo es una nueva especie, sino también que se trata de un género diferente.
La araña es venenosa pero se ha descartado que sea letal para los humanos. En este sentido, Jim Berrian, un entomólogo que formaba parte del grupo de investigadores, indicó “la mayoría de las arañas errantes no son tan peligrosas como la araña errante brasileña”.
La nueva araña está estrechamente relacionada con otros dos géneros de arañas Ctenidae: Thoriosa y Trogloctenus, según informaron en la revista Zootaxa, donde se difundió el descubrimiento.
A pesar de su mirada amenazante, y sus famosos parientes, la nueva araña errante no es especialmente peligrosa, añadieron los investigadores.