Tras 22 años de encabezar la Diócesis de Caacupé, Giménez se retira para descansar a sus 76 años. En su lugar asumirá Ricardo Valenzuela el próximo 30 de julio.
Ya hace dos años había presentado su renuncia al Vaticano, pero el papa Francisco le había pedido paciencia hasta encontrar un sucesor. Con la confirmación de su salida hace un recuento de su experiencia en la Villa Serrana.
En comunicación con Radio Monumental, dijo que el momento más importante de su vida religiosa y como obispo de Caacupé fue la visita del Sumo Pontífice, quien estuvo en Paraguay entre el 10 y 12 julio del 2015.
El penúltimo día de su estadía en el país, estuvo en la capital religiosa, donde participó de una multitudinaria misa. Ese mismo día el Santuario de la Virgen de Caacupé recibió el título de Basílica Menor, por disposición del Sumo Pontífice.
Su segundo momento más importante fue la culminación de las obras en el Santuario. Quedó conmovido con la dedicación que le ofrecieron los feligreses a los trabajos.
Pero lo más grande fue estar al frente de esa Diócesis. “Ser obispo de Caacupé es una gracia muy grande y llena mucho a la persona”... “Es una experiencia única, una experiencia maravillosa estar a disposición de la madre de todos los paraguayos”, expresó.
Consultado sobre su percepción hacia el país en estos años de vida religiosa dijo que está en un cambio permanente “para bien o para mal”, dependiendo de la situación. “Cada quien tiene su manera de contemplar las cosas pero hemos cambiado muchísimo y eso se nota”, mencionó sin dar detalles de esos cambios.
Como momento de crisis entre la Iglesia católica y el poder, recordó la administración de Fernando Lugo, quien desde el primer momento tuvo a un sector de la iglesia alejado, pues varios sacerdotes no aceptaban que dejara las sotanas para ejercer la Presidencia del Paraguay.
También rememoró que hubo periodos tensos con Juan Carlos Wasmosy, durante su gobierno entre 1993 y 1998.