Por Marian Quiroga
Marian-Quiroga@uhora.com.py
Le detectaron cáncer de mamas a los 52 años, en el 2003, le extirparon uno de los senos pero el mal volvió a manifestarse en el hígado seis años después. Actualmente, a pesar de tener una recaída, Luz Marta le sonríe a la vida.
“Al principio me asusté, me deprimí y me dejé caer, pero después me dije que no era la imagen que quería darles a mis hijos y mi familia y fue cuando decidí luchar”, cuenta Luz Marta, socia fundadora de la Asociación de Mujeres de Apoyo contra el Cáncer de Mama (Amacma).
“Empecé comprando pelucas y turbantes de todos los colores y formas para estar lo mejor posible y que mi familia no me viera derrotada”, relata y asegura: “Lo primordial es la fe en Dios, hacerse el tratamiento a tiempo y en forma y, por sobre todo, el apoyo de la familia y los amigos”.
Ella es licenciada en Ciencias Contables, madre de dos hijos, esposa y jubilada en una empresa del sector privado.
Nueva vida. Su afección la condujo a encarar el estudio de todo lo que ella consideraba materia pendiente. Las clases de fotografía, pintura y teatro se convirtieron en motivos para levantarse y activar después de las sesiones de quimioterapia.
“Actué en obras teatrales, pinto cuadros y estudié fotografía, hasta mención de honor obtuve en una de las muestras”, confiesa emocionada.
“Hay veces que doy gracias por haberme enfermado –prosigue Luz Marta–, porque ahora disfruto de las cosas simples de la vida, me di cuenta de lo bella que es. Antes estaba pendiente de mi trabajo, dejé de compartir muchas cosas con mis hijos y mi marido. Vivía pendiente de obtener las cosas materiales hasta que enfermé”, relata con crudeza.
Así conoció a mucha gente que también está en la misma lucha. “Entonces te das cuenta de que no sos la única, que no te encontrás sola”, sostiene.
Pilares en la adversidad. Actualmente con sus 64 años, es socia fundadora de la Asociación de Mujeres de Apoyo contra el Cáncer de Mama (Amacma). “Primeramente éramos un grupo de oración donde contábamos nuestras experiencias. Ahí nos dimos cuenta de que la enfermedad no se previene por falta de información, por ignorancia, entonces decidimos hacer campañas de concienciación y prevención sobre esta patología y sus cuidados, así fue como nació Amacma, en el 2009", dice.
La organización constantemente ofrece charlas con el mastólogo Roberto López.
“Varias mujeres salen sorprendidas porque muchas no saben que el cáncer es una enfermedad que no se siente hasta que está muy avanzada”, dijo.
Sobre la participación de la gente en organizaciones como Amacma, sostiene: “Antes la gente era reacia a escuchar; todos piensan que no les va a ocurrir. Pero después de cinco años creemos que se tomó conciencia, ya que los datos del Ministerio de Salud Pública dicen que el cáncer de mama superó al de cuello uterino, y que si todas las mujeres se hacen los controles de prevención, se les detectará la enfermedad a tiempo”, finaliza.