Por Stefanie Céspedes | @BetiStef
Ricardo Amarilla tiene dos hijos, un niño y una niña que acaba de nacer, comenta que la llegada de su primer hijo fue realmente una sorpresa, pero que le generó la mayor alegría en su vida, además de un acercamiento extraordinario con su padre.
Es de los papás que preparan el biberón, cambian pañales y al llegar del trabajo juegan con sus hijos, asegura.
Insta a los padres a acompañar a su pareja en todo el proceso del embarazo porque es una manera de aprender y comprender esta etapa de la vida, señala.
Iván Rodas también tenía un hijo cuando hace poco más de ocho meses su esposa se volvió a embarazar, la gran sorpresa fue que “esta bendición llegó por partida doble”.
En busca de una niña llegaron dos varones más. “Con esto ya cerramos la fábrica”, señala entre risas la orgullosa madre y esposa que no deja de halagar a Iván por la gran ayuda que aporta en su hogar en cuanto al cuidado de sus hijos.
Guillermo Castillo es un papá muy joven que aún se encuentra estudiando, pero que ya asume una gran responsabilidad en su familia.
“La primera vez que traté de alzarle tuve miedo y rápidamente le entregué el bebé a su abuela”, comenta con un poco de vergüenza.
Lo que tienen en común estos tres jóvenes padres es que buscan superarse cada día y una de las formas que encontraron para hacerlo es asistiendo a un curso para embarazadas y padres que ofrece la Cátedra de Gínecobstetricia del Hospital de Clínicas.
Allí los padres y madres reciben orientación médica, psicológica y además son instruidos para realizar acciones que una vez llegado el bebé serán su rutina cotidiana, como cambiar pañales o preparar la leche.
El profesor Dr. Vicente Bataglia Doldán, quien se encuentra a cargo de esta área, asegura que “los hijos nacen y los padres se hacen”.
Añade que la paternidad no es un rol secundario para el varón, que se trata de una responsabilidad y una vivencia compartida.