Por Jhojhanni Fiorini| @jhojhanni
Conocido también como Parakáu Keréu o loro vinoso, esta especie de ave colorida con frente roja se encuentra actualmente en peligro crítico de extinción, principalmente por la pérdida de su hábitat, el Bosque Atlántico.
La especie vive solo en los pocos montes que quedan en la Región Oriental y está en peligro de extinción por su captura para mascota y la destrucción de su hábitat. Desde la organización Guyra Paraguay destacan que la casa del hombre no es el hogar para los loros y que hay que parar la comercialización de las especies amenazadas.
Un estudio realizado en Brasil, Argentina y Paraguay, con el apoyo de la institución internacional Loro Parque Fundación confirma el grave peligro de extinción del loro vináceo, especie que habita la Región Oriental de nuestro país.
En comunicación con ULTIMAHORA.COM, el ornitólogo Arne Leterhuis de la organización Guyra Paraguay manifestó que, a nivel global, la especie está clasificada en peligro, la población silvestre no supera los 3.950 ejemplares en estos tres países.
La categoría de especie en peligro denota un riesgo altísimo de extinción, exigiendo importantes medidas de conservación para prevenir la desaparición de la especie en el corto o mediano plazo.
El loro vinoso es endémico del Bosque Atlántico, es decir que solo existe en un lugar y ningún otro lado del mundo, en el sudeste de Brasil, este de Paraguay y la provincia de Misiones, en Argentina, en los bosques húmedos altos (cuenca del Paraná).
En Paraguay la especie está amenazada y se estima que la población en territorio nacional no supera los 200 individuos, cuando hace tan solo unas décadas atrás esta especie superaba los miles.
Según Leterhuis, incluso anteriormente los especialistas creían que Paraguay era donde se encontraba la mayor cantidad de loros vinosos, sin embargo, debido a la deforestación de los bosques para uso agrícola, especialmente para la sojización, la especie perdió gran cantidad de su hábitat.
Ahora la mayor cantidad de aves se encuentra en los remanentes boscosos de la Región Oriental, además de las áreas silvestres protegidas de Itaipú, que bordean la represa, como el refugio biológico de Carapá, y las reservas de Limoý e Itabo Rivas, esta última de propiedad privada.
Hoy día, Brasil posee más cantidad de ejemplares de esta especie, mientras que Paraguay enfrenta otros problemas para su conservación, además de la deforestación.
Entre estos obstáculos podemos citar el tráfico ilegal de esta especie, un peligro para la mayoría de las especies de loro que son sacados de sus hábitats para ser comercializados y tenidos en casas particulares.
Leterhuis indica que las personas comúnmente gustan tener a un loro hablador y no distinguen la diferencia con este debido a que su apariencia es muy similar. “Para ellos es todo lo mismo”, sostuvo.
Hoy día los parques mantienen la población de los loros vinosos, pero la incursión de personas que buscan comercializar con la especie puede significar la extinción de la misma. Si bien los loros vinosos pueden vivir muchos años, entre 30 y 40, si los pichones son sacados de los nidos pueden provocar la destrucción de la especie en tan solo un año, porque no hay continuidad.
La extinción de este loro, además de significar la pérdida de una hermosa especie, característica de la fauna nacional, podría perjudicar a otros seres, como las plantas que proveen los frutos y semillas de los que se alimenta y que necesitan del transporte que brindan estas aves para sus semillas.
A criterio de Leterhuis, para evitar la aniquilación del loro vinoso hay que asegurar la conservación de los remanentes del bosque Atlántico y conectar dichos remanentes para tener corredores donde las aves puedan moverse a través de un territorio más amplio.
Y finalmente, hay que detener el tráfico ilegal de especies, ejercer un mayor control. Esto también implica informar y concienciar a la ciudadanía acerca de los riesgos que produce la adquisición de un animal salvaje para su supervivencia natural, indica.
El próximo objetivo de la organización Guyra Paraguay es obtener datos precisos acerca de esta especie y disminuir las actividades humanas que afectan el hábitat natural de esta ave. Para ello, realiza actualmente un trabajo de monitoreo para reportar anualmente el estado de conservación, implementación y efectos de las acciones realizadas para ella.
La Asociación Guyra Paraguay es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro que trabaja en la defensa y protección de la diversidad biológica de nuestro país y la acción organizada de la población, con el fin de asegurar el espacio vital necesario para que las futuras generaciones puedan conocer muestras representativas de la riqueza natural del Paraguay.
La ley prohíbe la caza y comercialización
Los propietarios de estas especies deben saber que no pueden ser cómplices del tráfico ilegal de animales silvestres y que se arriesgan a ser imputados por delito ambiental, que tiene pena carcelaria.
La ley 716/96 tiene como autoridad de aplicación a la Fiscalía Ambiental (Ministerio Público) y señala en su Artículo 1.º que protege el medio ambiente y la calidad de vida humana como el equilibrio del ecosistema y el uso racional de los recursos naturales, sanciona con penas penitenciarias y económicas los delitos contra el medio ambiente.
Por su parte, la SEAM es autoridad de aplicación de la Ley 96/92 de Vida Silvestre, que indica en su artículo 37 que está prohibida la caza, transporte, comercialización, exportación, importación y reexportación de todas las especies de la fauna silvestre, así como sus piezas y/o productos derivados que no cuenten con la expresa autorización de la Autoridad de Aplicación.
En el artículo 38 se señala también la prohibición de la tenencia y exhibición de todas las especies de la fauna silvestre, así como sus piezas y/o productos derivados, que no cuenten con la expresa autorización de la Autoridad de Aplicación, que solo será otorgada de conformidad con lo dispuesto en los convenios internacionales y en la presente Ley.
Actualmente no existen ninguna resolución de la SEAM que permita la cacería de alguna especie de la vida silvestre, es decir, está prohibida la caza de animales silvestres en general.