Los estatutos del organismo rector del fútbol, que enfrenta la peor crisis en sus 111 años de historia por sospechas de corrupción generalizada, estipulan que se le puede retirar la sede a un país en caso de “contingencias imprevistas y de fuerza mayor”.
“Si hay pruebas de que una cantidad sustancial (de votos) fueron comprados de manera ilegal, claro que se puede cambiar la sede”, expresó el profesor de leyes suizo y experto en temas de corrupción Mark Pieth a la Associated Press. “No lo descartaría totalmente, aunque hay muchos otros temas relacionados” con esto.
Por ahora, Rusia y Catar no parecen temer nada.
bajo la lupa. En una investigación separada, las autoridades suizas tratan de determinar si hubo irregularidades en la selección de Rusia y Catar, en medio de versiones de que hubo compra de votos.
Apenas se eligieron las sedes de los mundiales del 2018 y el 2022 circularon denuncias de compra de votos. Un abogado estadounidense, Michael García, fue contratado para que las investigase y presentó su informe a fines del año pasado. Posteriormente renunció por discrepancias con la FIFA.
antecedente. Ya ha habido cambios de sedes de torneos importantes en el pasado, aunque no en contexto de denuncias de corrupción.
Colombia renunció a la sede del Mundial de 1986 por razones económicas y el torneo fue organizado por México. En el 2003 el Mundial de mujeres se trasladó a Estados Unidos porque en China había un brote de SARS. Inglaterra, Alemania y Estados Unidos tienen toda la infraestructura necesaria y podrían recibir la justa si la FIFA se la quitase a Rusia y/o Catar.