El mandatario aprovechó su estadía en nuestro país para jugar fútbol de salón con sus compatriotas, ante la atenta mirada de Horacio Cartes, quien se encontraba a un costado del campo del Club Libertad, junto al canciller nacional Eladio Loizaga y a su equipo de colaboradores.
Evo Morales juntó a su equipo presidencial y se enfrentaron a un equipo de residentes bolivianos.
Morales anotó 4 goles de una docena lograda por su equipo, que finalmente ganó 12 a 5.
Ataviado con el número 10 del club Libertad y el brazalete de capitán, el jefe de Estado boliviano corrió, marcó, hizo goles y en una ocasión fue al piso, producto de una falta cometida por su adversario, quien rápidamente se disculpó y lo abrazó, ante la silbatina del público presente que recriminó la entrada fuerte.
Tras el partido, el presidente boliviano saludó a Cartes y al canciller paraguayo, Eladio Loizaga, y se despidió del público para dirigirse rápidamente al aeropuerto.
Los bolivianos residentes en el país, y que fueron elegidos para jugar con Morales, se mostraron agradecidos por esta actitud del mandatario.
Morales es conocido por participar en juegos de fútbol antes de las Cumbres, o antes de mantener reuniones bilaterales con presidentes.