Ante la posibilidad de que Juan quede sin la cobertura médica del IPS y deje de ser beneficiario por cumplir la mayoría de edad, su madre, Ramona González, había presentando en diciembre del 2015 ante la Gerencia de Prestaciones Económicas de la previsional una serie de documentos en donde constan el diagnóstico del joven y su historial clínico, tras el temor de que su hijo quede sin poder recibir asistencia profesional, según comentó la mujer en una visita a nuestra redacción.
Pero el mismo Pedro Halley, gerente de Prestaciones Económicas del ente previsional informó a ÚH que este lunes firmó una resolución en donde se garantiza la cobertura médica de por vida para el joven, ya que analizaron el expediente clínico del paciente y decidieron extender los beneficios.
“Yo firmé el lunes la resolución ya que verifiqué que se trataba del caso de un chico con discapacidad que está internado en el IPS prácticamente desde que nació, ¿cómo le vamos a quitar el seguro?, más allá de la mayoría de edad, el joven tiene seguro médico de por vida. Este jueves a primera hora le vamos a comunicar esto a la madre”, explicó Halley.
Juan González es un paciente longevo, quien hace 18 años está internado en la sala de Terapia Intensiva infantil en el Hospital Central del IPS. A los 9 meses de edad se le diagnosticó atrofia muscular infantil, por lo que su vida pasó a depender de un respirador artificial y de otros elementos médicos.
“El 18 de mayo de este año se van a cumplir 18 años que Juan está internado en el IPS. En este proceso vivimos muchas irregularidades en el IPS, pero seguimos ahí. El Dr. Manuel Campos es el jefe de la sala en donde Juan está internado. El mismo médico me aseguró que nadie le va a sacar a mi hijo de la sala, pero no sabemos si será así, porque la normativa del Instituto no lo permite”, detalló Rodríguez.
Ramona explicó que ella es madre soltera. El padre de su único hijo varón los abandonó hace poco más de 10 años. La mujer es docente, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura, por lo que alega que muchas veces el sueldo que percibe no le ayuda a solventar el alto costo que significa luchar por la calidad de vida de su hijo. Según expresó, gasta alrededor de G. 1.000.000 en insumos, alimentos y pasaje, a pesar de contar con el seguro social.
CAMBIO DE SALA. Según relató a ÚLTIMAHORA.COM, los profesionales le adelantaron que su hijo debe ser trasladado a la sala de Terapia Adultos, pero ella insiste en que “ese cambio” va a significar un golpe emocional fuerte para Juan y además le exponen hasta a enfermedades intrahospitalarias y a tratos más fuertes para un paciente sensible, dijo.
“El cambio de sala le va a crear una inestabilidad emocional a él y a mí también. Lo que el médico me adelantó es que tengo que estar preparada porque al concretarse el traslado de la sala una persona va a tener que quedarse las 24 horas con él y yo soy maestra, no podría solventar los gastos sin un empleo”, insistió.
DENUNCIA. De la misma manera, doña Ramona aprovechó la ocasión para denunciar que las irregularidades dentro de la previsional no se tratan solo de la falta de medicamentos, sino de la mala utilización de los insumos que son adquiridos por los padres, entendiendo que en su caso, muchas veces las enfermeras utilizan los pañales comprados por ella para otros pacientes, pero luego ya no lo reponen, lo que le genera más gastos a la denunciante.
También refirió no entender el sistema empleado por el IPS que posibilitó que un paciente esté internado durante 27 años en terapia intensiva infantil del Hospital Central hasta su fallecimiento y además “la previsional le pagaba una pensión de G. 2.000.000, y ahora presentan trabas para que Juan siga en la misma sala”, explicó.