Anoche a Olimpia la competencia le puso una exigente prueba y no se trató justamente del rival deportivo propiamente dicho. El cambio de localía de parte de Santaní no cayó nada bien en el entorno franjeado. El viaje siempre saca a los planteles de su estado de confort, a eso se sumó la inclemencia de tiempo y la desgraciada lesión de Óscar Giménez. Sobre todo eso debía sobreponerse el equipo de Daniel Garnero para seguir liderando y mantener el invicto en el torneo.
Querer descifrar y analizar el juego sería muy cínico de mi parte. El partido se desnaturalizó totalmente por el estado de la cancha. El balón no circulaba con normalidad y producto de aquello, jugadores con mucha capacidad técnica no pudieron destacarse y el gol de Camacho se inició en una acción donde Herminio Miranda quiso retrasar el esférico a su arquero y el charco habilitó a Montenegro, y este sin egoísmo dejó a Camacho con el arco a disposición.
Hoy continúa el segundo tiempo, tal vez en otras condiciones y quizás veamos nuevas emociones.