Señalan asimismo que lastimosamente hay varias recomendaciones de la ONU sobre Derechos Humanos para el Paraguay y otros países “que incluyen supuestos nuevos derechos como los proclamados por grupos radicales que están insertos en la organización y abogan en favor de la legalización del aborto, de la eutanasia y de las uniones homosexuales y de otros ‘géneros’, con posibilidad de adopción de hijos por parte de esas parejas”.
Afirman que la Iglesia aboga por los niños, especialmente por los que tienen alguna discapacidad o que todavía se encuentran en el seno materno y que corren serio riesgo de ser descartados por la sociedad.
El comunicado concluye diciendo que la Iglesia alza la voz en nombre de las familias que viven aún en situaciones estructuralmente injustas, las que deben ser superadas con políticas públicas serias y sostenidas.