16 may. 2024

Hay más polichorros que motochorros, dice sociólogo

El periodista y sociólogo José Amarilla, quien se encuentra trabajando en un estudio sobre la seguridad pública, se refirió ayer al auge de los asaltos perpetrados por motochorros y realizó un análisis de la situación crítica en la que se encuentra nuestra sociedad, por la ola de inseguridad que azota a nuestro país.

José Amarilla,  sociólogo.

José Amarilla, sociólogo.

Amarilla, en comunicación con Luis Bareiro, en Monumental 1080, manifestó que la cifra dada por la Organización Socorro, que sostiene que hay más de 1.200 motochorros activos a nivel nacional, significa un número alarmante.

Sin embargo, el sociólogo recomendó poner el ojo en la cantidad de efectivos policiales que también generan pánico en la sociedad, por sus actuaciones que se dieron a conocer en los últimos meses, en que aparecieron noticias de policías gatillo fácil, hechos de extorsión cometidos por agentes y otros, señalando que los llamados en la jerga popular como polibandis superan en cantidad incluso a los motoasaltantes que se encuentran activos . “Las fuerzas policiales tienen alrededor de 25 mil hombres. Siendo súper optimistas, digamos que solamente el 10% de esa fuerza está corrompida y que esa gente está cometiendo eventos ilícitos; son 2.500 personas que potencialmente están cometiendo eventos criminales, con el agravante de portar un uniforme”, expresó.

Amarilla señaló que si se verifica la cantidad de denuncias que maneja la Dirección de Asuntos Internos de la Policía contra agentes, se podrá tener aún una idea más acabada de este problema.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.