19 abr. 2024

Hasta el cielo y más allá

Un grupo de aficionados a las aeronaves comparte sus gustos a través de las redes sociales e interactuando fuera de ellas. Además de disfrutar de su hobby, estos amantes de la aeronáutica esperan que sus experiencias sean tenidas en cuenta alguna vez para mejorar la aviación paraguaya.

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Somos una especie de multimedios”, enfatiza Gustavo Galeano (29), uno de los cuatro administradores del grupo Aeronáutica Paraguay, que nuclea a quienes tienen como pasión todo lo que se relaciona con los aviones y los helicópteros.

Tal presentación no es casual. Según Galeano, precisamente esa característica –la de utilizar internet y las redes sociales– es la que los diferencia de otros grupos de amantes de la aviación. Con Alberto González (29), Naoto Goto (30) y Juan Carlos Andrada (31) llevan adelante esta iniciativa, que tiene alrededor de 400 adherentes, de los cuales 30 pueden ser considerados miembros activos.

No existe división jerárquica ente los cuatro, aunque sí de tareas, ya que a cada cual le toca cumplir alguna función, entre ellas el manejo del web site, la administración del foro, de la fan page en Facebook y de otras redes sociales.

La división de tareas se impone debido a que todos tienen su propia actividad profesional y el tiempo no alcanza para que solo uno de ellos pueda encargarse de todas las tareas Juan Carlos. es ingeniero civil, Gustavo es encargado de marketing en una empresa local, Naoto es el coordinador del proyecto y Alberto es técnico en electrónica.

Gustavo afirma que el motor del grupo es una página que se llama Aeronáutica Paraguay, que tiene un dominio registrado (www.aeronauticapy.com) y cuenta con varias secciones, como el foro aeronáutico, donde se postean informaciones y se debate sobre temas relacionados con la aviación comercial, militar y general, spotting (tomar fotos de aeronaves) y aeropuertos.

La página nació hace cinco años, pero el inicio del grupo fue el foro. En él intervienen personas vinculadas al mundo aeronáutico, como pilotos, mecánicos de aviación, controladores aéreos; es decir, personas que trabajan en ese ámbito y a quienes les apasiona lo que hacen.

Así empezaron

La pasión por la aeronáutica les llegó desde diversas direcciones. Naoto vivía en San Lorenzo, y su casa estaba situada en la ruta aérea que va al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. Ver pasar a menudo a los aviones despertó su afición por ellos.

Alberto veía a las aeronaves con frecuencia porque su padre estaba en el Colegio de Policía, en las cercanías de la principal terminal aérea del país. Más tarde, se hizo aficionado a la fotografía y combinó sus preferencias retratando aviones. Una cosa llevó a la otra, y comenzó a averiguar más sobre los aparatos, hasta que su afán de conocimientos lo convirtió en un fanático del tema.

Gustavo vivía en Luque cuando chico, y los padres de sus amiguitos y vecinos eran pilotos de LAP (Líneas Aéreas Paraguayas), por lo que tenía contacto permanente con ellos. Eso le permitía visitar continuamente el aeropuerto, y ver los despegues y aterrizajes cuando la terraza todavía estaba habilitada al público.

En cuanto a Juan Carlos, su destino estaba cantado desde el momento en que su padre, aviador civil, lo llevaba a volar con él. A los 16 años empezó a estudiar pilotaje y obtuvo su licencia como aviador civil. Es el único profesional del aire en el grupo.

Entre las actividades que realizan como incondicionales de la aviación está concurrir a ferias internacionales, entre ellas la Bienal de Aeronáutica y del Espacio, que se realiza en Chile, donde los fabricantes exponen las novedades del sector.

Otro destino son las reuniones de spotters, sobre todo las que se hacen en Brasil. A estos encuentros de aficionados a las fotografías de aviones, que reciben a personas provenientes también de Argentina y Uruguay, nuestros entrevistados acuden como representantes de Paraguay.

En la reunión, que se denomina Aeroin y se realiza anualmente en San Pablo, los aeropuertos abren sus puertas a los spotters, para que estos tengan un acercamiento a los aviones, por un día, para hacer las tomas con mayor facilidad.

La convivencia entre spotters y autoridades aéreas suele ser de mutua conveniencia, pues los fotógrafos se movilizan en los alrededores de las terminales aeroportuarias, lo que los convierte en agentes que podrían detectar cualquier movimiento sospechoso e informar sobre ellos a la administración.

Pero nuestros amigos prefieren ser denominados con el calificativo genérico de “aficionados a la aeronáutica, porque si nos llamás spotters es como que nos estás encasillando, y nuestra actividad es mucho más amplia”, explica Gustavo, quien aclara que los profesionales en la tomas fotográficas son sus tres compañeros, y que él solo los acompaña.

Líneas nacionales

Su afición los ha convertido en conocedores de la historia de la aviación comercial paraguaya, y es autorizada su opinión sobre un hipotético futuro con empresas de bandera nacional surcando los cielos del mundo, como lo fue en su momento LAP, motivo de orgullo incluso a pesar de estar ligada a los allegados al régimen del dictador Alfredo Stroessner.

“La época de las aerolíneas estatales ya pasó, el negocio se volvió demasiado riesgoso, y cuando la administración es estatal, se presta a maniobras no muy transparentes. Así nunca se podrá alcanzar la rentabilidad. Ejemplos de empresas de aviación estatal exitosas prácticamente hay uno solo, el de TAME, de Ecuador. Hoy la tendencia en la aviación comercial es la fusión de aerolíneas”, enfatiza Galeano.

Pero nuestros entrevistados sí creen que puede repetirse algo parecido a la época en la que taxis aéreos conectaban ciudades del interior del país, a falta de caminos de todo tiempo. “Hay un nicho de mercado ahí.

Creemos que sí habría demanda para viajes a Encarnación, Pedro Juan Caballero, e incluso a Ciudad del Este (ya cubierto por TAM), que podría ser atendida por una aerolínea con pequeñas aeronaves”, señala Alberto.

Sus conocimientos en el área son compartidos hasta ahora en el ámbito de los amantes de la aeronáutica, pero sus objetivos como grupo exceden los límites de la mera fruición que produce navegar en los temas de su predilección.

¿Apuntan a generar cambios a partir de sus experiencias? La respuesta es afirmativa, pero, aclara Gustavo, a lo mejor no en el corto plazo. Aun así, cree que más adelante podrían actuar como impulsores de determinadas acciones a favor de la aeronáutica local.

“Nuestro objetivo es que alguna vez se nos considere como referentes en el país y recurran a nosotros como fuente para obtener información. Hoy nuestro grupo es relativamente pequeño y no generamos ese tipo de cosas.Quisiéramos hacerlo en algún momento”, dice Juan Carlos.

Las redes sociales son el vehículo que los une a una comunidad que ha hecho de su amor por la aviación un modo de vida. Compartir sus preferencias va de la mano con su afán de ver que la actividad aeronáutica paraguaya tenga mejores días. Ideas que vuelan en sus mentes pero que nacen en conocimientos que pisan tierra firme.

Texto: Carlos Darío Torres

Fotos: Fernando Franceschelli y gentileza.