Es que el jueves la cartera de Estado anunció que llegó a un acuerdo con Bivac para el pago de 21,5 millones de dólares, con lo que el país finalmente cancelará una deuda de casi 15 años. El monto de la deuda del capital más los intereses totalizaba 76 millones de dólares.
“Tendrá un impacto positivo. Envía el mensaje de que Paraguay es un país con el que se puede sentar a negociar”, declaró a Última Hora Roland Holst.
No obstante, descartó que la calificación de riesgo de Paraguay aún sea revisada con esta determinación.
Además de un “ahorro importante” para el país, “esto significa una cara distinta de Paraguay en el mundo. El hecho de que Paraguay sea un país que asume sus deudas; nos costó 17 años tomar esta decisión, pero creo que el hecho que se asuma una deuda, que se dé una imagen de responsabilidad desde el Estado paraguayo, es muy importante”, afirmó Ferreira a través de radio La Unión.
“Todas estas negociaciones están sujetas ahora a una ley. Ahora va a entrar una ley al Parlamento, donde se va a refrendar eso”, explicó igualmente el secretario de Estado.
El ministro resaltó que las negociaciones se llevaron a cabo en coordinación del Gobierno actual con el entrante. “Eso también es un punto positivo que habla muy bien del Estado paraguayo como tal”, sostuvo.
En 1996 se contrataron los servicios de las empresas Bivac y SGS para la inspección de preembarque de las importaciones. Durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy, Hacienda contrató los servicios de las mencionadas compañías internacionales para certificar las cargas con destino a Paraguay en puertos europeos, para evitar evasión fiscal.
En 1999 los contratos fueron rescindidos, pero el Gobierno paraguayo decidió no pagar las facturas pendientes alegando que los contratos no eran legales. El Tribunal Arbitral del CIADI dijo en febrero de 2012 que el Paraguay debe pagar la deuda reclamada por SGS.
PENDIENTES. La deuda con la compañía holandesa SGS es otra de las deudas pendientes de negociación y resolución por parte del Estado paraguayo, la cual se enmarca en casi las mismas características de la contraída con Bivac.
Por otra parte, tampoco se ha definido qué pasará con la deuda de Gustavo Gramont Berres, la cual ya fue declarada como espuria por el Estado paraguayo; sin embargo, a nivel internacional se ve como una deuda impaga e incluso obliga al BCP a depositar las reservas internacionales en el BIS, donde están protegidas de embargo.