Para él, la amenaza de paro activo docente –hace una semana– proveniente del sector “oficialista” no constituye mayor preocupación. “Tenemos todo contemplado como para empezar las clases el día 23 y estamos dialogando con los docentes para que ellos concurran en la medida de sus posibilidades a dar las clases correspondientes”, expuso.
Son “contados con los dedos” –observó– los profesores que hasta ahora se oponen a dar clases bajo el nuevo calendario. “Me tiene sin cuidado eso, porque si no vienen cinco o diez, tenemos para cubrir; y si no vienen 20, también”, apuntó a los docentes “cabreristas” –calificó–, dado que responden, al parecer, a la línea del decano cesante, Éver Cabrera.
Garay aseguró que la Fiuna cuenta con “recursos más que sobrados” para cubrir posibles vacancias. “Existen, inclusive, profesores jubilados que se han ofrecido para enseñar en forma gratuita si hace falta; es lo que nos han manifestado, en aras de normalizar el proceso”, resaltó.
CONCURSO. Desde que inició este mes, se puso en marcha un concurso abreviado para contratar 70 auxiliares de cátedra, quienes cubrirán las espaldas de los titulares que no puedan cumplir con el nuevo calendario. A la vez, está contemplada la contratación de profesores para “llenar el vacío” que dejen quienes se plieguen al paro anunciado.
El interventor señaló que están recurriendo a la vía del diálogo con cada docente, para saber su disponibilidad para ajustarse al nuevo calendario.
“Por medio de los directores de carrera se está contactando con cada docente, en forma personal, para cotejar el tiempo disponible. En caso de que tenga una cuestión de fuerza mayor, que tenga que viajar o tenga otra obligación que le haga imposible cumplir las quince semanas (del semestre), se verá la manera de que los auxiliares de cátedra –que ya están concursando– puedan cubrirles en esas semanas”, explicó.
En paralelo a ese combo, tendrá lugar, ocasionalmente, la contratación de los profesores. “Hay presupuesto para contratar la cantidad que sea necesaria”, insistió.