Las malas condiciones en que se encuentran gran parte de las instalaciones del Cuartel de Caballería del RC4, ubicado en Loma Pytá, y que quedaron al descubierto tras la publicación de ÚH, el pasado miércoles, produjo la inmediata reacción del Comando de Fuerzas Militares (FFMM).
Al día siguiente, el comandante de las FFMM, Gral. Braulio Piris, se constituyó en la Escuela de Caballería para ponerse al tanto de la situación.
Se supo que lo que más molestó a los altos jefes militares fue la divulgación de los fondos con que cuenta la institución para el mantenimiento de las instalaciones, pero sin embargo no son utilizados para el efecto.
De hecho, ÚH consultó el monto presupuestario que manejan en el RC4 al propio comandante de la entidad, pero este se excusó diciendo que no tenía a mano los documentos.
Incluso, Piris alertó al comandante del RC4 coronel Ricardo Alcaraz Galeano, que existen personas dentro del instituto militar que desean su cargo, y que las informaciones son proporcionadas a la prensa por gente que se encuentra adentro, por lo que le pidió “tener cuidado”.
Denuncias. Varias dependencias del RC4, ubicado en Loma Pytá, literalmente se caen a pedazos. La absoluta precariedad en la que se encuentran sus instalaciones (ver fotografías), se evidencia principalmente en los dormitorios del personal, la cocina, así como los sanitarios.
Las quejas de los oficiales y suboficiales son constantes, habida cuenta de que las refacciones nunca llegan y consideran hasta inhumano vivir en esas condiciones.
Sin embargo, no encuentran respuestas, según denunciaron algunos uniformados que pidieron el anonimato por temor a represalias.
La falta de agua caliente y calefacción durante el invierno; el deterioro del material con el que trabajan o el hecho de tener que pagarse la comida y llevar sus propios colchones o insumos (como papel higiénico y otros) son las principales quejas de los uniformados.
El cuartel o Escuela de Caballería, en el año 2016 destinó más de 503 millones de guaraníes en el presupuesto. Sin embargo, nunca se realizaron las refacciones requeridas. Según las denuncias, la mayor parte de ese monto va para cupos de combustibles o pago de salarios para los altos mandos.
La denuncia que recabó ÚH de algunos uniformados también incluye el pago mensual de G. 150.000 de cada uno para la compra de sus desayunos y almuerzos.
“Si uno no paga se le arresta, porque es obligatorio según el comandante, y el desayuno es pésimo y el almuerzo también. Se debe poner fin a esto”, expresó un uniformado.
Ante todas estas denuncias, el titular del RC4 salió al paso y manifestó que todas esas denuncias son infundadas.
Sin embargo, el comandante del RC4 se encuentra abocado más a saber quién pasó la información entre los uniformados.