Varias organizaciones sociales se suman a la protesta pacífica que inició poco después de las 9.00 y que termina en la Plaza de Justicia, donde otros manifestantes permanecen encadenados a las rejas, soportando las lluvias y el frío en los últimos tres días de vigilia.
El lunes pasado, los acusados, víctimas y familiares dieron sus últimas palabras ante el Tribunal presidido por Ramón Zelaya. El fallo final se conocerá el lunes 11 a las 13.00.
Los fiscales pidieron para Rubén Villalba pena de 30 años de cárcel y 10 de medidas de seguridad y para Luis Olmedo 25 años. Luego, 20 años para Arnaldo Quintana y Néstor Castro, porque fueron detenidos dentro del predio en desalojo, entre algunas de las penas solicitadas. Alegaron también que el hecho ocurrió en Campos Morombi y no en Marina Cué, y que la supuesta inscripción del Estado de las tierras era nula.
Los defensores, por su parte, en sus alegatos rebatieron uno por uno los puntos alegados por la Fiscalía y pidieron la absolución de los acusados. Sobre que Villalba y Olmedo mataron a Lovera, hablaron de nulidad porque en principio se acusó por tentativa de homicidio y ahora se habla de homicidio consumado.
Los campesinos fueron acusados por la masacre ocurrida en Curuguaty en junio de 2012, en que fallecieron 11 campesinos y seis policías. La defensa cuestiona que solo se investigue la muerte de los oficiales y que se acuse a los labriegos en base a mentiras, ya que no hay pruebas que vinculen a los procesados con los ataques. Denuncian que se trata de un juicio de tinte político que pretende justificar la destitución de Fernando Lugo de la Presidencia.
Familiares de acusados y activistas encadenadas a las rejas de la plaza, frente al Palacio de Justicia.| Foto: Curuguaty #AbsolucionYa