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Bajo un galponcito, con vista hacia los hermosos cerros de Tobatí, la artesana conocida como doña Edi, se sienta en una silleta de madera y empieza a darle forma a la masa de barro convirtiéndola en toda una obra de arte.
La actitud amigable y espontánea sencillez mezclada con su habilidad dejó cautivado al público que la observaba mientras amasaba el barro que en unos diez minutos se convertiría en un hermoso y coqueto cántaro.
Un cuchillo ya sin mango, una cuchara, peinecito de plástico y una tapita de botella son las herramientas que utiliza para los detalles de sus figuras entre las cuales se destacan las imágenes de animales, planteras, máscaras y esculturas de personas en tamaños de gran medida.
ROL DE MADRE. Ediltrudis ya está de pie a las 5.00 en punto todos los días para comenzar con sus actividades dentro de su hogar, ubicado en la compañía 21 de Julio de Tobatí. Como ama de casa se encarga de preparar el desayuno a sus hijos pequeños, que aún viven con ella –los mayores emigraron hacia Concepción y Argentina–, y a su marido, que los lleva a la escuela.
Al ser consultada si sus hijos también se involucran en la artesanía, afirma que solo cuando pequeños, pero luego abandonaron por falta de incentivo que genera este rubro poco valorizado. “Yo misma no les animo tanto porque uno tiene que pisar primero tierra extranjera para lograr el reconocimiento”, expresa. Ella tuvo la oportunidad de viajar gracias a su arte a Chile y Alemania para exposiciones.
RUBRO. La ceramista comenta que también las artesanas van disminuyendo en la zona por el problema de la poca rentabilidad que genera dicha ocupación. “En mi familia, por ejemplo, ahora solo somos mi hermana y yo las que nos dedicamos a esto, antes éramos como 15 artesanas”, sostuvo.
Entre sus anhelos, además de exportar sus productos, espera que algún día el Gobierno pueda darle la posibilidad de enseñar a los estudiantes que van a visitarla, sobre dicha artesanía, ya que contribuye a que los niños desarrollen tanto aspectos sicomotrices como la creatividad.
El proyecto fue planeado durante el mandato de Fernando Lugo, pero con el cambio de gobierno, comenta, que quedó todo en el olvido.
Las temporadas propicias para su negocio, afirma que son en épocas de primavera y verano, cuando el clima favorece al barro para su rápido secado. Sus clientes son tanto nacionales como extranjeros, en su mayoría franceses. Ediltrudis también se encargó de realizar el pesebre para el Palacio de Gobierno, además de llevar su trabajo a países del extranjero.
TERAPIA. Resalta que la cerámica, además de ser un trabajo, es una terapia. “En este lugar donde me siento está mi vida, en medio de esta naturaleza, y si tengo algún problemita acá se me va todo”, sostiene mientras termina uno de sus tantos trabajos que posteriormente aguardará ser secado para luego llevarlo al horno.
Ediltrudis Noguera es un ejemplo de lucha y perseverancia, que mantiene viva una tradición y no se detiene ante las adversidades.