EFE
“Los organizadores dicen que esta feria es la más importante de Latinoamérica. No tienen razón: es la más importante del mundo”, aseguró el escritor argentino Alberto Manguel, escogido como principal orador del acto de apertura.
Su discurso se vio marcado por una sorpresiva protesta de una treintena de integrantes del izquierdista Partido Obrero, que, con carteles en mano, denunciaron despidos en la Biblioteca Nacional argentina, institución en la que Manguel asumirá como presidente en junio próximo.
Sin interrumpir sus palabras ni responder a los manifestantes, el autor de “Una historia de la lectura” sostuvo que poseer libros y ser lectores no basta para aprender a actuar con respeto”, frase que despertó el aplauso del auditorio.
Manguel habló de Don Quijote como lector, la desaparición forzada de sus libros antes de lanzarse a la aventura con Sancho y del carácter “subversivo” de la magistral obra de Cervantes.
Santiago de Compostela fue la gran protagonista de la apertura. Sones de gaita de fondo para poner en clima a una feria que tiene este año a la capital de Galicia como ciudad invitada de honor, con un espacio de exposición propio y una embajada de una treintena de autores.
“Santiago es sinónimo de literatura y de libros”, afirmó en el acto el alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, quien se preguntó cómo es posible que una ciudad “tan pequeña” como la suya en lo cuantitativo, aunque no en lo cualitativo, despierte tanto interés y dijo que es quizá porque Santiago es una ciudad “de encuentro” y “ciudad universal” y por su “idioma singular”.
Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, rememoró las vinculaciones históricas entre su “país” y Buenos Aires, dos tierras vinculadas con “un puente hecho de libros y palabras” que las unen con un “camino de ida y vuelta”.
“Estamos como lo que somos: un pueblo de libros”
El titular de la Fundación El Libro -organizadora de la feria-, Martín Gremmelspacher, destacó que es la primera vez que la feria tendrá en una misma edición a dos premios Nobel: el sudafricano John M. Coetzee y el peruano Mario Vargas Llosa.
En nombre de la industria editorial argentina, Gremmelspacher señaló el “momento delicado” que atraviesa el sector, con bajadas en las ventas y un cambio reciente en las políticas económicas del país que ha hecho que la importación de libros creciera un 40 % y la exportación solo el 3 %.
En este sentido, pidió al nuevo Gobierno de Mauricio Macri un sistema simplificado de exportación y mejoras impositivas para el sector, además de remarcar que la industria necesita para crecer estabilidad de precios, un tipo de cambio “previsible” y una recomposición del poder adquisitivo de los consumidores.
En respuesta, el ministro de Cultura argentino, Pablo Avelluto, quien proviene de la industria editorial, dijo que conoce el “aporte” que el sector realiza a la cultura y a la economía del país y aseguró que el Gobierno trabaja para dar respuesta a las necesidades de la cadena editorial.
Unos 567 expositores se reparten hasta el 9 de mayo en los 45.000 metros cuadrados de superficie cubierta del recinto de exposiciones de La Rural, en el barrio porteño de Palermo.
La cita cultural, además de acercar al público todo tipo de novedades editoriales con ofertas para comprar libros a precios promocionales, ofrece un sinfín de actividades, con cerca de mil actividades programadas.
Una de las más atractivas será la presencia este viernes de Coetzee, quien participará en una conferencia llamada “De la escritura a la edición: un ejercicio de comparación entre Australia y Argentina”.
La otra gran presencia esperada es la de Vargas Llosa, quien presentará “Cinco esquinas”, su más reciente novela, el próximo 6 de mayo.
Además, llegarán a la feria las españolas Milena Busquets y Julia Navarro, el nicaragüense Sergio Ramírez, el italiano Pablo Giordano y el peruano Jaime Bayly, entre otras visitas internacionales.
Homenaje a Borges
Asimismo, el 29 de abril se realizará el Encuentro Internacional: “Un Borges para el Siglo XXI”, homenaje al gran escritor argentino tras 30 años de su muerte.
Organizada por la Fundación El Libro, la feria, todo un clásico en el rico panorama cultural porteño, fue visitada el año pasado por 1,2 millones de personas, un caudal de público que podría repetirse en esta edición.