EFE
Los más de 300 agentes de los tres países que participaron en esta operación coordinada por Interpol se incautaron de 750 kilos de estupefacientes (en particular marihuana y cocaína) y 14 vehículos robados, precisó la agencia policial internacional en un comunicado.
En cuanto al sospechoso italiano, que está acusado de un crimen en Argentina en 2015 y que era objeto de una alerta roja de Interpol, fue identificado y capturado cuando intentaba pasar a Paraguay desde Brasil.
En el coche que abandonó para tratar de huir a pie en el control policial había alrededor de 400 kilos de marihuana.
También se detuvo a tres hombres a los que se les encontró ocho armas automáticas escondidas en otro coche con el que circulaban en Brasil.
Todos estos resultados se consiguieron gracias a las 25.000 verificaciones que se hicieron en las bases de datos de Interpol, según la agencia con base en Lyon (este de Francia).
Esas verificaciones permitieron seguir el rastro de un coche que había sido robado en España en 2013 y que fue controlado por la Policía Federal brasileña.
Tirando de ese hilo se llegó a establecer que era uno del casi centenar de coches cuya identidad se había enmascarado en Paraguay. Las investigaciones sobre esa red siguen su curso.
El comisario inspector de la Policía Federal argentina, Fabián Zabala, señaló que esta fue la primera operación en la que los tres países coordinaron sus esfuerzos sobre el terreno en el área de la triple frontera.
En una línea paralela, el comisario brasileño Fabiano Bordignon se felicitó de la “excelente coordinación y cooperación” entre las diferentes entidades implicadas.
El jefe de la oficina de Interpol en Brasilia, el comisario Valdecy Urquiza Junior, destacó por su parte “lo que se puede conseguir cuando las agencias de seguridad colaboran en la lucha contra la delincuencia organizada”, así como el “importante” papel que tuvo el acceso a las bases de datos de la agencia policial.
Su homólogo en Asunción, Luis Arias Navarro, consideró que estas acciones comunes han permitido un “valioso intercambio de experiencia” y aportan “una fuerte plataforma para una cooperación todavía más próxima contra las redes del crimen organizado en el futuro”.