Briggite Kreller de García fue nombrada en 2008 como directora administrativa de la Fundación Kolping, “que se encontraba a esa fecha en un estado caótico administrativo”, aseguró la mujer en contacto con Última Hora.
Dos años después, dijo que denunció supuestos hechos de corrupción en la Fundación, que tiene talleres y aulas funcionando en la ciudad de Fernando de la Mora.
Esta organización inició en Paraguay en el año 1998 y se originó a mediados del siglo XIX en Alemania, gracias al sacerdote católico Adolfo Kolping. Entre sus tareas en nuestro país se incluye la ayuda a jóvenes de escasos recursos en diferentes profesiones utilizando fondos del Gobierno alemán.
La señora Kreller indicó que en 2010 tenía una visión madura sobre la “contabilidad precaria y casi inexistente” de la organización. “No habían presentado balances en cuatro años, con lo que se complicaba su funcionamiento por incumplimiento de sus obligaciones con la SET”, señaló.
Ese año, pudo constatar un supuesto desvío de fondos del gobierno alemán a beneficio de familias campesinas en Paraguay. “Tan pronto se inició la adecuación contable empezaron a aparecer anormalidades de todo tipo (...) se había desviado buena parte de esos fondos a otros fines o a beneficios personales”, aseguró.
Como resultado, se tuvo que devolver al Gobierno de ese país la suma de 240.000 euros, mencionó. “Entonces se forzó la renuncia de altos directivos que no pudieron ocultar su interés y participación en los hechos. Esto generó que en Kolping Paraguay fuera inmediatamente expulsada”.
Según Kreller, los directivos de Kolping Alemania iniciaron una investigación y decidieron dejar de enviar fondos a nuestro país. Esta habría sido la razón por la cual el actual director ejecutivo en Paraguay, Olaf von Brandenstein, la querelló por difamación y calumnia, según comentó la afectada.
La señora fue sometida a diversos juicios a partir de ese momento. “Estos juicios no persiguieron otro objetivo que no fuera destruirme moral y económicamente”, refirió. Motivada por la demanda, Kreller envió un e-mail a dos personas de Kolping Alemania advirtiendo que la persona que habían nombrado como sucesor en el cargo tenía antecedentes “poco edificantes como persona”.
“El mail llegó a manos equivocadas y abogados de Kolping trataron de usarlo en Alemania como para iniciar un juicio por calumnias e injurias. Esto no tuvo resultado porque el juez alemán concluyo que un mail confidencial no era motivo para dar curso a semejante acusación”, explicó.
Sin embargo, la jueza Sandra Farías dictó una sentencia condenatoria supuestamente presionada por el anterior ministro Víctor Núñez, según Kreller. “La condena me hizo perder todo, clientes en Alemania de la empresa que tenía en proceso. Y como no pude salir del país fui perdiendo otros negocios y tuve que cerrar la empresa”, recordó.
Señaló que la condena afectó también a familias campesinas trabajaban en su empresa de fábrica de esponjas. Actualmente la mujer busca pagar una fianza para evitar la pena de un año y medio en el Buen Pastor. Aseguró que sus allegados realizaron colectas para reunir G. 150.000.000, necesarios para su libertad. Facilitó además el siguiente número para quienes deseen ayudarla vía Giros Tigo: (0983) 471-163.
Este jueves, la señora debe comparecer en el Palacio de Justicia a partir de las 8.30.