NINGUNA CHANCE PARA REFORMA TRIBUTARIA PROFUNDA. Por razones, que se citan en esta columna, no puede acometerse una reforma tributaria, amplia y profunda, que permita reducir la evasión y sobre todo recaudar mejor de los estratos superiores. Tampoco tiene chance una reforma que haga prevalecer los impuestos directos sobre los indirectos, volviendo la estructura impositiva más justa. Tampoco existen actualmente mayorías político-partidarias ni legislativas ni voluntad política de parte del Poder Ejecutivo para ponerla en práctica. No hay ni siquiera mayorías para la mejor imposición sobre productos adictivos, tales como tabaco y bebidas alcohólicas, que obviamente hacen daño a la salud de los consumidores activos y pasivos.
Como es de esperar, con escasos recursos públicos el Estado no puede hacer frente satisfactoriamente ni siquiera a sus múltiples necesidades básicas, tales como brindar servicios de seguridad jurídica, salud y educación. Menos aún para financiar las modernas necesidades adicionales del Estado con el fin de combatir la miseria, restaurar el desequilibrio ambiental y lograr una integración simétrica al mercado regional y mundial.
CRECIMIENTO ALTO, PERO VOLáTIL Y DESIGUAL. Aunque parezca contradictorio dentro de ese contexto, los registros en nuestro país muestran que el crecimiento económico en los últimos 10 años oscila entre el 4% y el 5% anual, el más alto promedio de la región, lo que permite cobijar esperanzas de que cuando menos el dinamismo del sector privado pueda mantener altas expectativas de aumento cuantitativo del producto interno bruto. No obstante, este crecimiento es desigual y volátil. “Volátil” porque las instituciones son débiles y la mencionada conformación estructural se halla profundamente arraigada como para encauzar sendas previsibles de crecimiento. Y “desigual” porque, dentro de tales parámetros, el tipo del aludido crecimiento va solo en beneficio de los estratos superiores, perjudicando a los más pobres.
Efectivamente, lo que sí se consigue con el vigente modelo de crecimiento es que los estratos superiores se consoliden y que los intermedios puedan ascender a posiciones más altas dentro de la pirámide social. Pero, lo contraproducente de ese “modelo” de crecimiento es que la oferta de servicios públicos para los estratos de la case media, tales como educación y seguridad social, en posiciones más elevadas no es suficiente en cantidad ni en calidad para mantenerlos en esos niveles más altos. Es grande el riesgo de que pierdan ese estatus recientemente adquirido y caigan nuevamente a posiciones anteriores.
NARCOTRÁFICO Y LAVADO DE DINERO. Confirmando parte de los hechos expuestos arriba, que condicionan nuestro desarrollo sostenible, en el reciente informe de Estrategias de la Oficina de Narcóticos del Departamento de Estado de los EEUU puede leerse que los avances de Paraguay en la lucha contra el lavado de dinero se ven obstaculizados por la extendida corrupción, la pesada burocracia y el temor a represalias contra autoridades reguladoras y supervisoras. Paraguay es, sigue el informe, tránsito de droga y centro de lavado de dinero: tiene en la Triple Frontera el foco de un comercio de contrabando multimillonario que facilita el blanqueo de dinero. Más informaciones en https://spanish. paraguay.usembassy.gov/textos_oficiales.html.