El jefe policial, Juan Fernández, confirmó que la motocicleta utilizada por los sicarios fue comprada de ese local un día antes del ataque. Los brasileños pagaron USD 300 por el biciclo y alegaron que lo probarían para luego retornar con sus documentos pertinentes, pero ya no regresaron, informó el periodista de ÚH, Édgar Medina.
Según el dueño de la casa de empeños, es normal que brasileños presenten al día siguiente de la compra los papeles necesarios para la venta de los productos.
El comisario sospecha que los sicarios no conocían las calles y que incluso eso se notó en la forma que huyeron.
Para los investigadores es muy llamativo que la motocicleta se compre de un familiar de la víctima, por lo que se indaga si había problemas en este entorno.
El mismo día de la transacción, el biciclo fue visto en inmediaciones de la vivienda de la víctima, y fue un hijo suyo quien advirtió de la presencia de sospechosos. Al día siguiente se perpetró el ataque.
Los intervinientes accedieron a las cámaras de circuito cerrado y la analizarán para tratar de identificar a los sicarios.
Luego de asesinar a Amarilla, dueño de la casa de empeños Arco Iris de Hernandarias, los autores huyeron a bordo de una motocicleta hasta la rotonda del Área 6, donde subieron a un taxi.
En el trayecto, los efectivos dieron aviso a sus camaradas de la Comisaría 4ª, quienes con una patrullera intentaron interceptar al vehículo, pero uno de los sicarios disparó contra los uniformados y uno de ellos resultó muerto. Se trata de Freddy Jara, en tanto que su camarada, Carlos Ruíz sufrió heridas.
Los agentes policiales que estuvieron de turno en el momento del atentado fueron trasladados por un mal procedimiento en el caso, especialmente por no avisar a tiempo del hecho.