El plan busca alcanzar a 100 estudiantes con discapacidad y a 200 referentes de la comunidad educativa en un primer momento.
Varias denuncias de supuesta discriminación, a la hora de inscribir a chicos con algún trastorno o discapacidad, se dieron a conocer cuando se cerraba el año lectivo 2016.
Estos casos afectaron principalmente a colegios privados o privados subvencionados, pero las instituciones públicas tampoco están exentas de esta problemática.
La organización que plantea el piloto, la Fundación Saraki, es una de las entidades que trabajaron en el proyecto de Ley de Educación Inclusiva Nº 5136, que fue promulgada y está vigente desde el 2014.
Amenazas de no inscribir a estudiantes con algún tipo de discapacidad, falta de presupuesto para atender esta problemática y la pobre infraestructura para el sector son las principales dificultades que afectan a los centros escolares, asegura la encargada de esta área en Saraki, Diana Elizeche.
“Es necesario un modelo que oriente la educación inclusiva en el Paraguay, es también uno de los déficits que se identifican, las escuelas no saben cómo desarrollar o actuar en el proceso”, explica.
Critican igualmente desde la organización que existen dependencias del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), donde la inclusión todavía no figura en la agenda diaria.
“Se realizaron algunos ajustes curriculares en lo pedagógico; en contrapartida, no hay infraestructura edilicia adecuada”, comenta.
Agrega que la alternativa está siendo planificada mediante el apoyo de la Usaid y participan también los funcionarios de la cartera educativa.
Escuelas. El director general de Educación Inclusiva, César Martínez, indica que este piloto alcanzará en principio a cinco instituciones escolares, tres de la capital y dos de Central, todas del sector oficial, pero buscarán luego que el modelo se aplique en el resto de los sectores.
“Es cierto lo que dice la fundación, estamos tratando todavía de implementar esta normativa en los centros”, admite el alto funcionario.
Pero sostiene que más que descoordinación, son actitudes las que afectan a los educadores, pues un supervisor reacciona diferente a otro, pese a que la ley es una sola y debe aplicarse como tal.