En la madrugada de este jueves, aparecieron los guardias, sin identificación de la empresa de seguridad para la cual trabajan y con armas de fuego en la cintura, para irrumpir en la institución, mientras los estudiantes en toma dormían. Los civiles estaban acompañados por César Rufinelli, miembro del Consejo de Gobierno de la UCA.
Los jóvenes se resistieron formando un cordón humano que los guardias trataron de romper, produciéndose un forcejeo entra ambas partes.
El abogado Guillermo Ferreiro se presentó en apoyo a los estudiantes y criticó el procedimiento al fiscal Francisco Torres, quien se limitó a “mirar” a distancia lo que ocurría.
“Tu carrera vale más, no podés obedecer órdenes así. Viniste a avalar un atropello, viniste a avalar justicia por mano propia”, le reclamó al agente fiscal.
Para Ferreiro, lo más grave es que civiles armados fueran designados para forzar el levantamiento de la toma, mientras que los policías y el propio fiscal observaban la situación desde la vereda. “Sos responsable de la violencia que pasó acá y sos un cobarde”, siguió diciendo el abogado.
Por su parte, Rufinelli refirió que fue una orden del Consejo de Gobierno la de habilitar nuevamente la sede universitaria, atendiendo a que muchas personas necesitan sus documentos para acceder a un puesto laboral.
“Somos víctimas de una forma de violencia, no podemos salir de nuestras oficinas por temor”, agregó.
El fiscal indicó que, recién cuando las autoridades dieron su visto bueno, la comitiva del Ministerio Público ingresó a la institución, por tratarse de una propiedad privada. “No existe orden judicial, las autoridades constituidas legítimamente se apersonaron hasta el predio”, manifestó en la misma emisora.
Hace más de un mes, los estudiantes tomaron la Facultad de Filosofía de la UCA, luego de que se destituyera al decano José Antonio Galeano, a quien consideran una persona abierta en contraste con el autoritarismo que caracteriza a la institución.