“La amistad es un tipo de unión afectiva y dentro de esta unión afectiva hay componentes principales”, explicó la licenciada Lenny Lugo, psicóloga del Hospital Distrital de Villa Elisa y de IdealMente Paraguay.
Explicó que las amistades sanas responden a estas principales características, y que también se construyen con base en la interacción con el ser querido.
El cariño
Toda relación de amistad inicia, como las relaciones amorosas, con una química, y esta se va fortaleciendo con la relación afectiva en el paso del tiempo.
Cuando se quiere a alguien es bueno demostrar, decir, mostrarse agradecido y dispuesto para el otro, más que nunca en los tiempos difíciles por los que personalmente pueden pasar.
La comunicación
“Con un amigo hablamos siempre de un montón de cosas, es como que se convierte en un terapeuta personal”, manifestó la psicóloga y explicó que para que las amistades triunfen es fundamental ser claros.
Aclaró que para que no existan problemas es importante siempre poder conversar y debatir con nuestros amigos sobre las diferencias que, naturalmente, siempre van a existir.
Apoyo mutuo
La empatía es la base en este factor. Conocer siempre los sentimientos, debilidades y fortalezas del amigo para evitar situaciones dolorosas o malos entendidos.
“Necesitamos expresarlo con sinceridad, autenticidad, sin máscaras de ninguna de las partes, ser uno mismo”, dijo la profesional. Aclaró que no es sano pretender que nuestro amigo actúe o haga siempre lo que nosotros mismos queremos.
Apertura
Pero si pretendemos la empatía de nuestros amigos debemos mostrarnos tal cual somos, con virtudes, defectos y opiniones dispares a las suyas. Abrirse y mostrarse es ideal para consolidar una amistad, así como sacarse el miedo y confiar.
La amabilidad y consideración que se tiene hacia la otra persona no da cabida al egoísmo en la amistad.
Tiempo
Las amistades se van consolidando y eso es cuestión de tiempo, pero no existe un periodo ideal ni establecido para que esto ocurra.
Sin embargo, ayuda a ganar experiencia, a compartir momentos, aventuras, malas experiencias y acompañar el crecimiento personal de cada uno. Esto es lo que muchas veces consolida nuestra amistad y la marca.
Una vez que la amistad está sentada en estas bases principales, ni el tiempo ni la distancia ni pequeños problemas que puedan surgir podrán quebrar el lazo afectivo formado por dos personas que se eligieron y crearon una interacción sentimental.