El director indica el compás con una batuta metálica y unos 80 músicos comienzan a tocar con la mirada perdida en el horizonte, marcando el pulso con el baile de su cuerpo. “Ha sido un curso increíble, chicos”, felicita a los artistas el maestro José Luis Cladera, director de la banda.
Unos 83 músicos componen la formación. “Vemos con el corazón, no nos falta ningún sentido”, comenta el trombonista Cristian, que concibe la banda como un “zoológico fantástico” en el que los animales son capaces de generar armonías. EFE