Los especialistas de la Dirección de Delitos Ambientales del Ministerio Publico y del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), además de técnicos de la Universidad del Pilar, llegaron a la zona para hacer una verificación y constatar la presencia de los peces muertos.
Según los estudios preliminares, el nivel de oxígeno del agua está por debajo del mínimo. Se maneja que esto es producto de la falta de circulación, es decir, por el estancamiento del líquido, también la contaminación del agua o la presencia de herbicidas podrían derivar en este desastre ecológico, informó el corresponsal Juan José Brull.
Las especies que se ven afectadas son peces de pequeño tamaño, como bagres y palometas. Según el biólogo de la Fiscalía, Derlis Álvarez, ya se inició una investigación para dar con la causa de este fenómeno, que también podría tener relación con la quema de terrenos en la zona.
Mientras tanto, el especialista señaló que se debe buscar la forma en la que estas aguas corran; no obstante, al remover mucho la tierra la materia orgánica consume mucho oxígeno, por lo que restaurar el cauce no sería una tarea sencilla.