La reducción del impuesto inmobiliario para contribuyentes del microcentro establecida por la Comuna capitalina, sumada a constantes proyectos por revitalizar el casco histórico con actividades nocturnas y habilitación de locales bailables y gastronómicos, se enfrenta al inconveniente de la falta de colectivos. La frecuencia también se reduce considerablemente cada fin de semana.
La mayoría de los usuarios de las empresas de transporte coinciden en señalar que, en promedio, la mayoría de las líneas dejan de circular desde las 21.00 de cada jornada, lo cual hace que miles de estudiantes universitarios, trabajadores y gente que acuden a la zona céntrica no puedan trasladarse a sus domicilios.
En julio del 2014, la Junta Municipal sucumbió a los intereses de la clase empresarial y volvió a incrementar el costo del pasaje de G. 2.000 a 2.400, a pedido de la Intendencia.
Si bien la corporación dejó sentado que este aumento se daba en base al compromiso asumido por dueños de empresas de prestar un servicio hasta las 4 de la mañana, con frecuencia de 30 a 40 minutos, en la práctica esto no se cumple. Esto también se da con la promesa de renovar anualmente el 10% de su flota y sacar de circulación buses de más de 20 años de fabricación.
Las líneas beneficiadas por esta medida son las permisionarias de la capital, entre las que están Ysapy, Línea 1; Capellanes del Chaco, Línea 6; Etco, Línea 13.2; Conquistador, Líneas 13 y 37-A; La Unión, Línea 16; Saeta, Línea 37-B; y Adusa, Línea 37-C.
CONTROL. En tiempos en que se resolviera de nuevo subir el precio del pasaje en Asunción, la Policía Municipal de Tránsito (PMT) se comprometió a realizar estrictos controles sobre estas firmas del transporte para garantizar que las mismas cumplan con el horario de servicio hasta la madrugada.
Manuel Chávez, asesor en Transporte del Municipio, aseguró que esta fiscalización se dio por parte de los agentes municipales y que existe incluso un acta de intervención que sería divulgado. Sin embargo, a la fecha, tal documento no fue dado a conocer.
Mientras, quienes estudian en universidades y trabajan por la noche hacen malabarismo para volver a sus casas luego de una intensa jornada.