BUENOS AIRES
Cerro Porteño jugó a no perder en la Bombonera, pero esa propuesta mezquina terminó castigando al equipo de barrio Obrero. Boca ganó 1-0 con el gol de Gigliotti, sin ser el aquel equipo que se devoraba a sus rivales en esa cancha.
Un terreno rápido y un rival agresivo en la recuperación de la pelota no permitieron a Cerro jugar como lo había hecho la semana pasada ante Lanús.
El equipo de Astrada, desacomodado en el campo de juego, controló el resultado, pero jugando muy replegado cerca del arco de Diego Barreto.
A favor de los azulgranas jugó la ineficiencia de los locales. Boca recuperó rápido la pelota, tuvo mayor tiempo el dominio, pero fue claro en el último pase. Gago, controlado por Dos Santos, Paniagua y Oviedo (alternaron en la marca), no pudo erigirse en el conductor de su equipo. Tuvieron cierta libertad para generar cierto peligro, Fuenzalida y Meli, pero tampoco pudieron producir mucho.
Los argentinos no pudieron penetrar con pelotas filtradas, con triangulaciones y tuvieron que recurrir a remates desde fuera del área, que siempre se toparon con Barreto muy seguro.
CALCO. La complementaria tuvo un trámite muy similar al primer tiempo.
Cerro no adelantó sus líneas, quizás porque el desarrollo del primer periodo agradó al cuerpo técnico y a los jugadores azulgranas, quienes no pasaron por momentos de angustia y de zozobra.
Boca siguió con el control de la pelota y del juego, pero mantuvo los mismo males del primer tiempo.
Buena circulación de pelota, pero temeroso a la hora de profundizar. Solamente Gago intentó agredir con pases filosos, pero no encontró compañía.
CAMBIOS IMPRODUCTIVOS. Astrada puso en cancha a Sperduti y Gamarra, pero tampoco pudieron trascender en un equipo, que recién después de recibir el gol de Gigliotti, a los 82’ intentó ser un poco más ofensivo.