Carlos Aquino | San Pedro
Tal fenómeno fue descubierto este lunes, cuando doña Silvia Cáceres fue a barrer debajo de los árboles que se encuentran en el patio de su domicilio. En ese momento fue sorprendida por gotas de agua fría que caían de las ramas de uno de los macizos.
El hecho primeramente la asustó. Miró hacia arriba y vio que por uno de los árboles había una especie de hielo que goteaba continuamente. “Lo primero que hice fue arrodillarme y rezar porque tengo confianza en que el agua es milagrosa; tengo mucha fe, somos una familia de iglesia y cuando uno tiene fe todo puede pasar en la vida”, detalló la mujer emocionada.
La información rápidamente se dio a conocer en los alrededores del sitio, por lo que mucha gente comenzó a visitar el lugar ubicado en el barrio Stela Mary de Santa Rosa del Aguaray.
Los vecinos llegan hasta el domicilio de doña Silvia con balde en mano para juntar las gotas de agua para utilizarlas como una especie de curativo para las heridas, las embarazadas colocan el vital líquido por la panza, mientras personas con discapacidad física recurren para lo mismo, señalando que poseen la suficiente fe en el milagro de aquellas gotas.
El goteo es continuo. Colocaron un balde debajo mismo y allí va juntándose el agua, aunque ya es insuficiente ante la gran cantidad de gente que llega al lugar.
El sólido elemento de a poco va derritiéndose. Los vecinos señalaron que existen otras piezas de hielo ubicadas en las ramas de otros árboles, pero desaparecieron sin dejar rastro alguno al ir derritiéndose.
El increíble fenómeno despierta la curiosidad de todo un pueblo y pone de manifiesto la fe de muchas personas aquejadas de algún dolor, quienes buscan aunque sea mojar la piel para recibir algún tipo de cura, ya que consideran que el líquido en cuestión está compuesto de milagro, el cual fluye de la planta de Kurupa’y.